Los neumáticos tardan más de 500 años en degradarse. Actualmente, alrededor de un 80% de su producción es desechada y solo un 20% reciclada. El estudiante de Ing. Civil Mecánica UACh, Juan Sepúlveda, ideó una manera de reutilizar uno de los mayores contaminantes a nivel mundial.
Se trata de “Black Termic”, un aislante térmico para la construcción de viviendas que podría ser mucho más eficiente que los actuales aislantes térmicos que encontramos en el mercado. Esta iniciativa hoy es trabajada en conjunto con Felipe Illanes, Óscar Rojas y Guillermo Aedo, un grupo de estudiantes de Ing. Civil Mecánica que ha colaborado en la ejecución de este proyecto.
“En términos de aislación térmica, existen variados productos actualmente, entre los más utilizados encontramos lana mineral, lana de vidrio, plumavit o paneles SIP. El problema de estos materiales es que son fuentes de contaminación- su materia prima es en base a hidrocarburos-, no son reutilizables y son costosos”, explicó el estudiante.
La situación es diferente cuando hablamos de “Black Termic”, porque aunque posee la misma capacidad de aislación térmica que estos otros productos, su ventaja consiste en que además es reutilizable y tiene propiedades de aislación acústica y capacidad estructural, es decir, permite construir viviendas sin la necesidad de estructuras ni refuerzos, disminuyendo costos y tiempos de construcción.
Sepúlveda explicó cómo es el proceso en el cual convierte materiales como caucho de neumático y espuma expansiva de poliuretano en una plancha de aislante térmico. “Reutilizamos el caucho de los neumáticos desechados y los trituramos a través de un proceso mecánico con un triturador que crearon mis compañeros de Ing. Civil Mecánica. Posteriormente, lo mezclamos con espuma expansiva de poliuretano: isocianato y poliol y así generamos este aislante”, explicó.
Sumadas a todas sus propiedades anteriores este aislante térmico también es reutilizable. “Nosotros enfocamos este proyecto desde lo social y lo ambiental. En lo social disminuiría el gasto energético de las viviendas y el costo de construcción y en lo ambiental, es un aislante térmico ecológico, porque el poliuretano expandido no genera gases tóxicos y si por cualquier motivo quieres reutilizarlo, sólo lo mueles y lo vuelves a inyectar”, dijo Sepúlveda.
Este material ecológico contribuiría con cada metro cúbico a eliminar del medioambiente 540 kg. de neumáticos, lo que disminuiría las quemas y los microbasurales.
Ahora, el grupo de estudiantes se encuentra analizando la mejor manera de realizar una plancha del tamaño comercial para dar un paso más en este emprendimiento. “Los resultados y el avance de esta investigación no habrían sido posibles sin el apoyo de mis compañeros y el Prof. Guillaume Serandour, quien a través de la metodología de Aprendizaje Basado en Problemas nos ha fomentado ser creativos, innovadores y lograr que las ideas se realicen”, concluyó Sepúlveda.
Emprendimiento y apoyo estatal
Esta investigación es financiada a través de un Capital Semilla de CORFO denominado “Aislación Térmica en Base a Neumáticos”, código 17CS- 764000. Programa que entrega un cofinanciamiento de $ 25 millones para hacer crecer ideas de negocio en todo el país.
Para el Director Regional de Corfo, Pablo Díaz, esta iniciativa tiene varias características que valoran desde lo social y lo ambiental. “Por un lado es un gran aporte porque permite reutilizar un material en desuso, disminuyendo los desechos; por otro lado se transforma en una excelente solución térmica a bajo costo, y además posee un componente de innovación, que es precisamente lo que queremos potenciar en los emprendedores, sobre todo si son estudiantes. La idea es darle valor a los productos y en este caso transformamos un desecho en un producto de alto valor agregado, que es creado, diseñado y pensado en nuestra región”.
La iniciativa también cuenta con la colaboración de la Universidad Austral de Chile a través de la Fac. de Cs. de la Ingeniería, Austral Incuba y el Laboratorio Leüfulab.
El Decano de la Facultad de Cs. de la Ingeniería UACh, Dr. Richard Luco, destacó la iniciativa que se encuentra alineada con InnovING 2030, programa que busca transformar a ingeniería en una facultad con estándares internacionales. “Los proyectos que están surgiendo en la Facultad no hacen otra cosa que hacernos pensar que vamos en el camino correcto. Con el trabajo colaborativo, el apoyo y guía de los profesores, ellos han llegado a una propuesta concreta y que cumple con uno de los tres principios fundamentales del InnovING 2030, vincular los logros de la Ingeniería con la sociedad que os requiere”, concluyó.