* Desde Manila, la capital de Filipinas, el académico de FACEA Patricio Belloy extendió una carta solicitando a la comunidad UACh colaborar con ayuda para los damnificados. El se encontraba junto a los profesores José Escaida y Félix Fuders en la Reunión Anual del Programa Spring.
Sin duda un fuerte impacto sintió Bonnie Mendoza Millo, estudiante del Programa SPRING UACh, al enterarse de la tragedia vivida en su país, quien señala se le vienen a la mente las imágenes de la gente de Filipinas: “Tan hospitalarios con los visitantes que llegan a ofrecer todo lo mejor que tengan en sus casas: la comida más rica, el platillo más grande, el mejor asiento, la mejor habitación siempre. Dan lo mejor de sí, lo mejor para el invitado”.
Para el pueblo filipino no importa el país de origen de lo quien los visita, todos son tratados con la misma generosidad y candidez que caracteriza a los filipinos. Bonnie Mendoza describe a su país como el poseedor de la geografía más bella, pues es un grupo de islas que tiene una forma muy bonita y que al ver en el mapa es posible darse cuenta rápidamente dónde están por esa característica. A su vez, destaca la cualidad de que todos sus compatriotas son bilingües: hablan el idioma filipino y el inglés, el cual aprenden desde temprana edad, pero en el caso particular de Bonnie él además habla dos dialectos de la zona.
Este antropólogo de profesión no puede ocultar la emoción a la hora de hablar de su país, le brillan los ojos cuando lo describe y sonríe ampliamente al mencionar cada buena característica de su gente. A la vez, comenta que se siente muy sorprendido respecto a la magnitud que alcanzó este tifón afectando tan duramente Filipinas: su país cuenta con programas de evacuación ante estos fenómenos climáticos, pero en esta oportunidad, señala Bonnie Mendoza, ni la autoridad ni la ciudadanía sospechaba los niveles que alcanzaría la fuerza de este tifón, llevando consigo un tsunami que arrasó con todo a su paso.
En términos personales, si bien sus familiares y sus amigos se encontraban a salvo en la ciudad donde él vive -Pura, ubicada en la Provincia de Tarlac, a 132 km al norte de Manila, la capital de Filipinas-, no estuvo exento de sentir la angustia de ver sufrir de esta manera a su pueblo y al comunicarse con uno de sus mejores amigos, quien vivió dos días de intensa desesperación por no poder establecer contacto con sus familiares que residen en Tacloban, zona devastada por el tifón con tsunami en la madrugada del viernes 8 de noviembre. Pero afortunadamente, tras el restablecimiento de las comunicaciones en la zona, Bonnie pudo compartir la alegría y el alivio de saber que la familia de su amigo se encontraba con vida.
Desafortunadamente, a la fecha se contabilizan cientos de miles de familias que quedaron sin hogar y se encuentran en la búsqueda de un refugio donde pasar la noche, varias decenas de miles de casas completamente destruidas, la cifra de gente desaparecida va en aumento, también miles de muertos y heridos. Mientras la ONU estima que serán 10.000 los muertos tras esta tragedia, las autoridades locales estiman que esa cifra será muchísimo menor, lo cierto es que se contabilizan entre 8 y 11 millones de personas pertenecientes a las 54 ciudades que fueron afectadas por esta catástrofe. (Ver notas en Emol y La Tercera).
Según los medios de comunicación, la ayuda humanitaria está tardando mucho en llegar y la gente se encuentra hambrienta, traumatizada y desesperada hacen lo posible por escapar de la zona de desastre tratando de subirse a los escasos helicópteros que llegan con lo máximo de ayuda que su capacidad les permite trasladar.
Es preciso recordar que algunos académicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile, Prof. José Escaida, Coordinador de Asuntos Internacionales de la FACEA, el Prof. Félix Fuders, Coordinador de SPRING y el Prof. Patricio Belloy, académico de SPRING, se encontraban esta semana en la Reunión Anual de este programa, la cual se desarrolla entre el 10 y el 17 de este mes en la ciudad de Manila, capital de Filipinas. Desde allí, el Prof. Patricio Belloy extendió una carta solicitando a la comunidad UACh colaborar con ayuda para los damnificados. Si bien el académico debe retirarse de dicho país hacia Sudáfrica, él traerá consigo los datos de contacto de una entidad seria y responsable a la cual poder hacerle llegar donaciones dentro de las siguientes semanas.