49 estudiantes de 2° año de la Escuela de Enfermería de la Universidad Austral de Chile vistieron por primera vez sus uniformes como símbolo de su comienzo en la etapa de experiencia clínica, en la IX Ceremonia de Investidura 2016 realizada en el Aula Magna UACh. (ver listado aquí)
La Directora (S) de la carrera Prof. Tatiana Victoriano, docentes, administrativos, familiares y amigos, les acompañaron el viernes 08 de abril en este solemne acto organizado por el Centro de Estudiantes.
La ocasión estuvo marcada principalmente por la “Ceremonia de la Luz”, rito dentro de la enfermería que simboliza el primer compromiso que hacen los jóvenes con la profesión. En este rito cada investida(o) sostiene una vela, la que es encendida representando a “una luz que guiará el camino hacia la vocación y claridad en la importancia del conocimiento en la práctica e iluminará el compromiso ético y valórico que debe adquirir la y el estudiante hasta llegar a ser una enfermera(o) que aporte a la salud y bienestar de la sociedad”.
Cabe destacar además que los(as) estudiantes entregaron un regalo especial a la Secretaria de Escuela, Gladys Rivera, y se proyectó un video con imágenes de la vida personal y universitaria de los investidos.
Etapa fundamental
“Esta ceremonia emotiva y fraterna es una experiencia muy bonita, ya que sirve para marcar una etapa fundamental en el camino universitario: el inicio del campo clínico. A partir de ese momento como profesionales de la salud en formación comenzamos a entregar un servicio a la comunidad, y poner en práctica los contenidos aprendidos, así como asimilamos otros nuevos. Además es una instancia en que la familia y el círculo cercano forman parte concreta de esta nueva etapa, y es una instancia para conocer y compartir con las familias de otros estudiantes y amigos, que muchas veces viven solos”, destaca la presidenta del Centro de Estudiantes, María Cardenas Avendaño.
“Como estudiante de Enfermería de la Universidad Austral de Chile prometo: realizar mis prácticas con responsabilidad y dedicación y nunca olvidar que el centro de mi quehacer es el ser humano, a quien debo brindar cuidados con respeto, diligencia y amor. Todo esto lo prometo”. Fuerte sonaron estas palabras por parte de las investidas e investidos, que sellan el compromiso que tienen en este nuevo camino en el cuidado de las personas.