Una de las actividades destacadas de la celebración de la Semana Aniversario de la carrera de Fonoaudiología que organizó su Centro de Estudiantes, fue una de carácter social que beneficiará a los adultos mayores del Hogar de Ancianos de Puerto Varas.
Y es que además de participar en actividades deportivas, recreativas y sociales, estos futuros profesionales de la salud se dieron el espacio para ser solidarios, entregando parte de su tiempo y energía de la juventud a quienes tanto dieron en el pasado.
Fue así que un grupo de 15 estudiantes visitó el Hogar El Buen Samaritano de Puerto Montt, acompañando a sus residentes durante una jornada en la que les llevaron su alegría y entusiasmo, compartiendo sus bailes y una rica once. Un segundo grupo replicó la iniciativa en el Hogar de Ancianos de Puerto Varas, donde se dieron cuenta que en el patio había un invernadero abandonado que su profesora Sara González ya le había propuesto recuperar. Fue entonces que decidieron poner manos a la obra y comenzar por sacar la maleza, picar y dar vuelta la tierra.
En una segunda etapa cambiaron el plástico que había sido dañado por unos perros y la tercera será para plantar las semillas.
Francisco Olea, presidente del Centro de Estudiantes de Fonoaudiología, contó que en los años anteriores la actividad solidaria había estado enfocada en ayudar a niños, “pero este año quisimos apoyar a los adultos mayores para promover el envejecimiento activo”, contó.
La asistente social y directora de dicho hogar, Paola Ulloa señaló que en total son 26 los adultos mayores que residen en este asilo, y son unos 10 los autovalentes que podrían trabajar en esta iniciativa. “La mayoría son varones y muchos ya han manifestado interés preguntando qué es lo que están haciendo. Para ellos será importante contar con este invernadero, considerando que crecieron trabajando la tierra o consumiendo productos de sus huertas”, expresó.
Añadió que este método de cultivo fue una donación hecha hace unos años, al parecer, por las damas leonas. “Para que se mantenga en el tiempo, también estamos invitando a que aprendan y participen a algunos de los funcionarios del hogar, porque seguramente no siempre los abuelitos van a poder trabajarlo”, indicó, a la vez que destacó “que los estudiantes se han puesto la camiseta por este proyecto y nuestros adultos mayores están muy felices por ello.”
Por su parte, uno de los jóvenes que participó de esta actividad, Nicolás Souto contó que para él esta fue “una experiencia muy bonita”, por lo que significa el invernadero para los adultos mayores, además de que le sirvió para aprender algo que no conocía. “Unos compañeros nos enseñaron a usar las herramientas, limpiar la tierra de la maleza, preparar la tierra y luego sembrar.”
Francisco añadió que esta semana esperan terminar el proyecto sembrando e instalando pequeños letreros con lo plantado. “Esperamos seguir apoyando este hogar y repetir una convivencia con los adultos mayores y escuchar sus historias. Si bien el Centro de Estudiantes realizó las gestiones para desarrollar esta actividad, queremos agradecer a nuestra Escuela de Fonoaudiología que entregó los recursos y a todos quienes participaron con tanta motivación y que hicieron posible la recuperación del invernadero. Ojalá que los siguientes dirigentes del Centro de Estudiantes continúen organizando este tipo de iniciativas que enaltecen a los compañeros de carrera y nos vinculan con la sociedad”, subrayó.