Durante aproximadamente 10 días de estadía en la Reserva Nacional Río Clarillo, ubicada en la Zona Central, los estudiantes de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la UACh prepararon trabajos de investigación, labor que forma parte de la Práctica Integrada de tercer año de la carrera.
“Uno de los principales objetivos de esta práctica es potenciar las habilidades de reconocimiento y solución de problemas de conservación en terreno, obteniendo una experiencia de primera mano, acercándonos a una situación real en temas naturales, con el fin de que los estudiantes sean capaces de formular preguntas, aplicar técnicas de muestreo, análisis de datos y obtener conclusiones que nos permitan dirigir acciones de conservación con un pensamiento crítico”, explicó Iván Díaz, Director de la carrera y profesor a cargo de la actividad. Agregó que “dentro de este contexto nos dimos cuenta que hay mucha información faltante, por lo que hemos querido generar información útil para el manejo de la conservación de áreas protegidas montando un sistema de monitoreo a largo plazo”.
La práctica, tradicionalmente llevada a cabo en el predio de la UACh San Pablo de Tregua, tuvo lugar este año en Río Clarillo, Reserva a cargo de CONAF, “ya que ahí existen problemas de conservación reales y es donde está la mayor presión de uso por parte de la gente. Existe, además de mucha biodiversidad y endemismo, flora y fauna que los estudiantes no conocen y problemas que a la CONAF le afectan, y que nosotros en mayor o menor medida podemos abordar. Sin embargo la idea es tener a San Pablo de Tregua como centro experimental principal y llevar a los estudiantes a práctica a distintos sitios”, indicó Díaz.
Investigaciones grupales
La principal labor del curso de campo fue la realización de trabajos grupales, los cuales al finalizar la práctica fueron presentados frente a compañeros, guardaparques y asistentes de CONAF, entre otros. Las exposiciones se titularon “Pensando como bagrecillos”, trabajo que analizó cómo varía la diversidad de peces en zonas de uso público y no uso público de Río Clarillo; “Diferencia en la riqueza y la abundancia de reptiles en sectores con distintos grados de afluencia de público en la reserva de Rio Clarillo”; “Aproximación de la abundancia y la percepción social de la perdiz chilena”; “Cómo varía la riqueza y la abundancia de aves entre bosque antiguo y la matriz”; “Hábitos alimenticios del zorro (Pseudalopex spp) en sitios con distintos grados de influencia humana”; “Variación de biotipos y cobertura liquénica según la intensidad lumínica”.
En la ocasión el Jefe del Departamento de Patrimonio Silvestre, Jorge Naranjo, expresó a los asistentes que “esta experiencia integradora nos pone a prueba en todo tipo de ámbitos, en el del conocimiento teórico, práctico, la convivencia, vivencias que en un tiempo más le darán sentido y valor a esta visita”. Añadió que “estamos siendo amenazados por una serie de factores externos que quieren hacer de este tipo de lugares aún más distintos de lo que hoy son, y para eso requerimos del apoyo de profesionales como los Ingenieros en Conservación de Recursos Naturales”.
Por otro lado, los estudiantes participantes de la práctica tuvieron una positiva visión de su desarrollo. “Aprendimos a hacer investigación en poco tiempo y trabajar con lo que se tiene en los tiempos que no siempre son los que uno quisiera, pero damos el 100% por el trabajo porque estamos haciendo lo que nos gusta”, señaló Claudia Pranao. La estudiante explicó que su investigación fue un aporte ya que “trabajamos con los líquenes, lo cual fue novedoso y un tema al que no se le ha dado el valor suficiente”.
Para la estudiante alemana de la carrera de Ciencias Ambientales, que se encuentra de intercambio en la UACh, Carolin Winter, la práctica ha sido una excelente experiencia, “en Alemania no tenemos las instancias para hacer algo así. Acá la enseñanza es más práctica, lo cual es muy importante para aprender a hacer investigación”.