La producción de plantas, selección del sitio a plantar y la acción de plantar, representa un aspecto clave en las competencias de ingeniero/as forestales e ingeniero/as en conservación de recursos naturales. Es por ello que cada año la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh imparte un Taller de Plantaciones, una actividad que además de entregar importantes conceptos, resulta una valiosa experiencia en terreno.
En esta oportunidad se plantaron aprox. 900 árboles de especies nativas, entre las que destacan: coigüe (Nothofagus dombeyi), ulmo (Eucryphia cordifolia) y laurel (Laurelia sempervirens). La actividad, que estuvo a cargo del ingeniero forestal de CONAF, Giorgio Jackson, se llevó a cabo en el predio Alepu, en Mehuín, con un objetivo de restauración, el que se alinea con los programas que actualmente desarrolla CONAF. “De este modo, y como un extra del taller, los estudiantes pudieron conocer y experimentar una instancia de operación profesional real, interactuar con profesionales de CONAF y los operadores forestales”, explicó el académico Dr. Óscar Thiers, profesor responsable del taller.
El docente explicó que “nuestros futuros profesionales se verán enfrentados al desafío de establecer plantaciones con diferentes objetivos: restauración, rehabilitación, enriquecimiento o producción, entre otros. El conocer los factores y las variables asociadas a un establecimiento exitoso de dichas plantaciones, generará un impacto positivo en su quehacer profesional, y de paso también, en el medio donde se realizan estas faenas de plantación”.
El Dr. Thiers destacó también que el sector escogido para la faena de plantación se ubicaba en una posición alta, la posición fisiográfica correspondía a un cerro y la ubicación en el relieve era una ladera alta. El uso anterior del sitio contempló cultivo agrícola y pastoreo extensivo.
Agregó que “el suelo corresponde a un rojo arcilloso, y en términos generales, tenía una buena fertilidad. Una limitante identificada era la compactación en la primera parte del perfil. Sin embargo, y con ayuda de una hoyadora, se complementó la preparación de una buena casilla. De todos modos, los/as estudiantes utilizaron la técnica de la doble T para la plantación”.
Para los estudiantes, experimentar una faena real de plantación fue una oportunidad única. Natalia Vidal, estudiante de bachillerato, expresó que “fue una experiencia muy buena. Lo que más destaco es el poder integrar los conocimientos adquiridos en distintos ramos a lo largo de la carrera. Además, estas salidas ayudan a realizar lecturas del terreno para entender cómo hay que adaptarse en torno a las distintas características de éste. Aporta significativamente en mi formación profesional”.
Cabe mencionar que las plantas establecidas fueron gestionadas por CONAF y provienen de producción propia y viveros comerciales. Se generaron utilizando el sistema de raíz cubierta en solo una temporada.
“Las plantas -en su mayoría- tenía buena calidad, es decir, sus variables morfológicas (diámetro de cuello, altura total, estado del cepellón y sanidad) respondían plenamente a los estándares exigidos para su utilización en este tipo de faenas, y con ello, esperamos que tendrán un excelente desempeño en terreno”, comentó el académico.