¿Payasos inflables para golpear en la entrada del mall de Valdivia? No es una broma, sino parte de “¡A mechonear el estrés!”, actividad realizada para la comunidad por estudiantes de la Escuela de Psicología (sede Valdivia) de la Universidad Austral de Chile.
Con el objetivo de ayudar a las personas a identificar, comprender y liberar las tensiones y el estrés que los aquejan día a día, fue uno de los proyectos ganadores (3° lugar) del concurso “Cambiemos el Mechoneo” de la Facultad de Medicina, que incentiva a mejorar la acogida de nuevos estudiantes a través de actividades creativas de integración, que a su vez conlleven un aporte social.
Llevado a cabo el pasado martes 18 de abril con alta asistencia de adultos y niños, tuvo activa participación principalmente de estudiantes de primer año y otros niveles de la carrera, a través de la coodinación de los alumnos de segundo David Uribe, Claudio Rauch y Antonio Carrera, con la tutoría de la Prof. Carmen Paz Ilabaca.
Los organizadores explican que “la intervención invitó a los transeúntes a usar las instalaciones, asistidos por un estudiante, además de recibir información sobre estrategias básicas de manejo de estrés al finalizar la actividad”.
¿Qué hicieron?
Además del “muñeco porfiado” que el participante golpeaba para ver cómo volvía a su posición original, con el objetivo de explicar que la violencia no genera un avance, no debe ser usada en las personas ni ser considerada como estrategia para aliviar el estrés, se dejó un plástico protector de burbujas que el público pudo reventar durante un mínimo de 30 segundos, acto rítmico que buscó aliviarlos, ayudarlos a centrarse en una sola tarea y, por un momento, olvidarse de los problemas.
También se utilizaron papeles adhesivos, lápices y un panel de madera o pizarra, donde la gente pudo escribir mensajes acerca de sentimientos que no podían decir en voz alta o que tenían “atrapados en la garganta”, para pegarlos anónimamente en el pizarrón. En esta actividad un estudiante les explicó la importancia de ser honestos y expresar aquellas cosas que los acongojan, en lugar de reprimirlas dejando que se conviertan en un elemento estresante.
“Ayudó a desestresarme un rato, muy buena actividad, aquí uno puede expresar lo que siente, me ayudó a quedar relajado, incluye a todas las personas, muy entretenido, me encantó, quedé ultra relajado, muy interesante sentirse infantil nuevamente, ha sido una forma muy sana de desestresarme después de una jornada ardua”, fueron algunas de las expresiones con qué los participantes agradecieron esta iniciativa.