Escolares con discapacidad visual de la Escuela Ann Sullivan, recorrieron distintos puntos de la ciudad, redescubriendo e internalizando sonidos, en el marco del proyecto Explora CONICYT denominado, «Aprendiendo a valorar la biodiversidad a partir del paisaje acústico y sus implicancias para la vida cotidiana».
Los escolares, recorrieron el predio Santa Rosa, la Feria Fluvial, la Plaza de la República, y el Fundo Teja Norte, lugares en los cuales los niños y niñas realizaron el ejercicio de quedarse completamente en silencio por diez minutos, para luego registrar todos los sonidos que lograron diferenciar.
Este proyecto está orientado a los estudiantes de cuarto básico de las escuelas El Bosque, el Colegio Alonso de Ercilla y todos los niveles de la Escuela Ann Sullivan y se enmarca dentro de las iniciativas de Explora CONICYT sobre valoración y divulgación de la ciencia y la tecnología.
La directora del proyecto y académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, Wara Marcelo, explicó que esperan “que los niños aprendan a escuchar los sonidos, sepan distinguir si éstos provienen de un origen natural o antrópico y aprendan a clasificar y reconocer especies de fauna nativa a través del audio” dijo.
Una de la sorpresa de las jornadas, es que los niños pudieron identificar al Queltehue y otras aves, que siempre han escuchado en Valdivia, pero que desconocían su nombre y algunas de sus características.
Valoración
Macarena Seguel, profesora jefe del curso laboral de la Escuela Ann Sullivan, sostuvo que esta experiencia de trabajo ha sido maravillosa para los estudiantes. “Esto es inolvidable, porque para ellos es muy estimulante porque sienten que hay gente que los valora. Además trabajan la audición, que es su sentido más potente para explorar el mundo”, comentó.
La docente explicó que las actividades ha desarrollado la motivación por aprender de los niños y niñas, que constantemente hacen consultas respecto a la fechas de realización de estas actividades extra programáticas.
En tanto, Irma Amado, estudiante de la Escuela Ann Sullivan, expresó que las jornadas en terreno han sido muy provechosas para ellos, porque les ha permitido entender y comprender cosas que antes desconocían. “Además los profesores de la Universidad son muy atentos, porque nunca esperé tanto de ellos, son súper buenas personas”, afirmó.