Por la gravitación social, ambiental y económica que tiene el uso del suelo y en especial el uso racional de los bosques, es fundamental que la información sobre la extensión en el territorio que ocupa este recurso, se encuentre actualizada y describa su real situación. Es, además, la exigencia que impone la sociedad a nuestro sector forestal.
En una breve reseña histórica sobre la evaluación de los recursos forestales de Chile, se pueden citar algunos proyectos de importancia nacional. El primero desarrollado en 1944 por un equipo norteamericano, denominado «Forest Resources in Chile», el cual correspondió al primer inventario forestal con prácticamente una cobertura nacional. Otro estudio (1964-1967), del Instituto Forestal Chileno, tuvo por objetivo la descripción del recurso forestal mediante la delimitación y localización del bosque nativo en una cartografía forestal general.
Entre los años 1994-1997 se ejecutó el «Proyecto Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile», liderado en su fase de ejecución y por mandato de CONAF, por la Facultad de Cs. Forestales y Recursos Naturales de la UACh. Estuvo orientado a localizar, dimensionar y caracterizar las distintas formaciones vegetales naturales. Uno de sus principales resultados fue la primera cobertura cartográfica digital de los bosques y la vegetación del territorio chileno en toda su integridad.
Luego se desarrolló un Sistema de Monitoreo Forestal, liderado por la CONAF y ejecutado en su parte sur por la UACh, cuantificando los cambios en el uso del suelo, en la vegetación y el bosque chileno, en los últimos 20 años.
Desde el 2015 se captura información de bosques con un nivel de resolución mayor y de características operativas. Con esta información enriquecida se debe avanzar hacia un sistema integral que vincule el cambio físico del bosque, con la propiedad y características socioeconómicas de los habitantes que conviven con este recurso.
Lo anterior dice relación con un proceso que aún no es cuantificado en su real dimensión. Se refiere a la degradación del bosque nativo. Con la cuantificación de este proceso se podrá diseñar una política pública que permita aplicar los instrumentos técnicos para la recuperación del bosque chileno.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS