Un remozado auditorio Félix Martínez Bonati albergó durante la jornada a más de 200 asistentes, entre quienes destacaron autoridades de la UACh, académicos, funcionarios y estudiantes de la corporación. Los discursos de bienvenida del estudiante de Historia y Ciencias Sociales, Ángel Delgado y del Decano, Dr. Yanko González, dieron luces del tinte de la discusión que se desarrollaría a lo largo de las conferencias, del panel de debates y de las mesas de trabajo.
El Rector Dr. Víctor Cubillos señaló que “estas jornadas me parecen fantásticas; acabo de felicitar al Decano y de compartir con los profesores que nos están visitando. Creo que esto es lo que hay que hacer. Recordemos que nosotros como Rectoría el año 2011 iniciamos estas jornadas triestamentales. Hay documentos técnicos que dimos a conocer públicamente en el Aula Magna de la Universidad con representantes de los tres estamentos. Está claramente fijada la posición de la Rectoría en esos documentos y me alegro muchísimo porque ésta es la Universidad que queremos, una Universidad ampliamente participativa, pluralista, que estén todos los credos, las visiones, en que todo el mundo tenga la absoluta libertad de opinar”.
“De ahí el esfuerzo de nuestra Facultad por generar este espacio abierto, informado, poroso a la reflexión, a los saberes argumentados y distante –esperamos- de la mera opinión y la demagogia interesada”, enfatiza el decano González.
Para entrar en materia, el Dr. Andrés Bernasconi, profesor asociado de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, además de abogado y licenciado en Derecho de la PUC, tiene postgrados en Políticas Públicas en Harvard University y en Sociología de Organizaciones en Boston University, presentó la ponencia “Gobierno universitario: fundamentos, tradiciones, tendencias de cambio”.
La participación y gobernanza en el sistema educacional chileno son temas muy abandonados en la discusión de políticas de educación superior. Las universidades mantienen, con pocos cambios, estructuras definidas hace más de 30 años, para un mundo muy diferente al actual, por lo mismo “instancias como esta son fundamentales para abrir el diálogo hacia un trabajo mancomunado que permita una real triestamentalidad”, afirma Bernasconi.
“Perspectivas sobre participación y democracia universitaria: el caso de la Universidad de Chile” se tituló la conferencia del Dr. en educación Rodrigo Roco, quien actualmente es Secretario Ejecutivo del Proyecto Institucional de Educación de la Universidad de Chile, proceso orientado a la creación de una Facultad de Educación en esta universidad.
En el caso de la Universidad de Chile, Rodrigo Roco señala que la experiencia (1997-2006) se inicia y toma forma institucional en un contexto nacional en que la demanda e intentos por cambiar las bases conceptuales y operacionales del sistema de educación superior del país eran mucho menos masivos, y la crítica al modelo impuesto en los años ‘80 era menos generalizada que en la actualidad. Eso determina que la Chile avanza, entre el 2002 y el 2006, prácticamente sola en el camino de cambiar con éxito sus estatutos, y hasta el día de hoy es la única Universidad Estatal que ha logrado hacerlo a través de la ley e involucrando en ello una decisión nacional.
“El sistema de educación superior chileno está evidentemente en crisis. La mayor parte de esa crisis tiene que ver con la imposición interesada y sobreideologizada del mercadeo, de la usura y del individualismo en versión extrema. La obligación, creo, es construir salidas efectivas a esa crisis, generar respuestas que impliquen cimentar cambios de fondo y de largo aliento, que repongan a las Universidades su carácter de centros de pensamiento libre, de generación y transmisión de conocimientos, de aporte al desarrollo integral del país, de formación ciudadana y democratización de la sociedad”, afirma el Dr. Roco.
Por lo mismo, señala el decano, la universidad debe ser pertinente, eficaz y actual, pero sin dejar de ser impertinente, crítica y reflexiva. Consecuentemente, repensar nuevas relaciones entre identidad institucional, gestión de calidad, participación y vinculación con el medio, resulta perentorio.