– Pocas veces reparamos en las características de los materiales con los que convivimos a diario; mientras un grupo de investigadores UACh, dedicados con éxito a su estudio, alcanzan resultados que han sido valorados a nivel nacional e internacional.
En una apartada oficina del Instituto de Materiales y Procesos Termomecánicos de la Universidad Austral de Chile, se encuentra el líder de un grupo de investigación interdisciplinario altamente productivo y que hoy se alza como referente a nivel nacional en materias relacionadas al estudio y caracterización de materiales utilizados en la industria manufacturera, forestal y alimenticia, principalmente.
Casi al final del pasillo, nos encontramos con el Dr. Ernesto Zumelzu Delgado (ezumelzu@uach.cl) quien por más de una década se ha dedicado con ímpetu a indagar en los misterios que encierra la composición físico-química de los elementos utilizados en esos sectores productivos teniendo presente las ventajas de una producción limpia bajo los conceptos de «ecoeficiencia» (uso de tecnologías compatibles con el medio ambiente y la salud de las personas, favoreciendo la reutilización de insumos a través de procesos de reconversión tecnológica y de reciclaje).
Profesor Titular de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería UACh, y Doctorado en Ingeniería de Materiales, Energía, Medio Ambiente por la Universidad de Valladolid, este investigador es permanentemente consultado por el sector industrial nacional e internacional, no sólo por su vasto conocimiento disciplinario, sino además por las novedosas metodologías utilizadas en las investigaciones interdisciplinarias que le ha tocado dirigir. Es además un apasionado de su tema, y así lo demuestra la contundente lista de proyectos y publicaciones de alto impacto en las que el figura como investigador y/o autor principal.
Su oficina, ubicada en el Campus Miraflores (Valdivia), fue el punto de partida para introducirnos en el campo de los materiales y sus estructuras, un mundo a primera vista árido, pero que -en una segunda mirada- nos devela una interesante línea de investigación con insospechadas proyecciones para un ámbito tan vinculado al diario vivir como lo es la industria alimenticia, sector cuyos estándares de calidad son estrictamente regulados en el mercado internacional.
Los Metales en Escena
El equipo de trabajo que dirige Zumelzu, está integrado por destacados investigadores de diversas áreas de la Universidad, entre ellos el Dr. Carlos Cabezas C., Dr. Eduardo Quiroz, Dr. Ricardo Ugarte (los tres del Instituto de Química, Facultad de Ciencias), Dr.® Ricardo Silva R. (Instituto de Histología y Patología, Facultad de Medicina), Prof. Renate Sch÷bitz (Instituto de Ciencias y Tecnología de los Alimentos, Facultad de Ciencias Agrarias) y Rolando Ríos R (Instituto de Materiales y Procesos Termomecánico, Facultad de Ciencias de la Ingeniería).
Una de las líneas de investigación más desarrollada por el grupo se vincula con la calidad de los materiales utilizados en la industria conservera. Teniendo a la vista una mejor preservación de los alimentos y una industria manufacturera cada vez más «amigable» con el medio ambiente, durante la primera parte de los años noventa se estableció una alianza estratégica con la Compañía Siderúrgica de Huachipato (principal productora de acero del país), que le ha permitido a este primer y único grupo de investigación en Chile dedicado al estudio de materiales para envases metálicos, servir de puente entre productores de acero, la industria nacional de envases, y las empresas conserveras.
El primer punto de avance para este sector se registra en 1997 cuando se forma en Chile el Centro Nacional de Envases, fundación público- privada que involucra a más de 200 empresas del sector, y en cuyo Comité participa el Dr. Zumelzu.
Junto con el fortalecimiento de esta alianza Universidad-Empresa, -comenta el académico- el mercado chileno comienza a experimentar una tendencia sostenida hacia la exportación de productos con mayor valor agregado, usando productos alimenticios no tradicionales como el kiwi o damasco, entre otros.
«Comienza un mayor auge de los envasados metálicos -dice- y para nosotros, nuevos desafíos. Empezamos a estudiar con mayor profundidad el comportamiento de los materiales utilizados para ese tipo de recipientes mediante estudios químicos de laboratorio, (investigaciones donde se han visto involucrados también alumnos UACh mediante tesis especialmente de las Escuelas de Ingeniería en Alimentos y Escuela de Ingeniería Mecánica). Para ello hacemos uso de las más diversas técnicas de análisis entres las que se cuenta la electroquímica, microscopía electrónica, microbiología y mecánica».
Un recorrido por algunos de esos laboratorios, nos revelan que en los proyectos emprendidos por este grupo de investigación se ven comprometidos el uso de sofisticado equipamiento. Es el caso del Laboratorio de Elementos, Traza y Nutrientes (Instituto de Química), que dirige el Dr. Quiroz y en el que se encuentra un equipo que mediante la técnica de absorción atómica con generador de hidruros, permite cuantificar (en partes por billón) los elementos químicos contenidos en diferentes soluciones alimenticias.
«Mediante experimentos de laboratorio es posible detectar cuánto metal (hierro, cromo, níquel, estaño, y otros) ha sido traspasado desde el envase hacia la solución de alimentos. Evidentemente, mientras más corrosión, más metales se detectan y, por ende, hay un mayor riesgo de contaminación hacia la solución de alimentos», destaca el académico.
Adelantos como éstos han permitido al grupo UACh ofrecer asesoría a la industria nacional como el caso de la Compañía de Aceros del Pacíficos (CAP), entidad a la que se le entrega certificación de calidad para sus materiales.
En Chile no existe una clara legislación sobre esta materia específica. Nuestro país suscribe la norma internacional y los principios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especialmente para los alimentos destinados para su exportación, los que deben cumplir con exigentes estándares internacionales de calidad.
Es por ello que, a nivel interno, autoridad sanitaria y especialistas recomiendan, por ejemplo, no adquirir productos envasados que estén en estantería por más de cuatro años, ni aquéllos que presenten alguna deformación, estas últimas producto de un exceso de hidrógeno en su interior lo que ocurre cuando el alimento se encuentra en alguna fase de descomposición.