El artículo fue publicado en en el Boletín Informativo de la Asociación Nacional de Compositores (Chile). Ver en este enlace.
El Dr. Pinto-d’Aguiar, Director de la Escuela de Artes Musicales y Sonoras de la Universidad Austral de Chile, realizó un artículo crítico en torno a la noticia de música creada a partir de la estructura proteica del coronavirus, que en un momento fue altamente difundida por las redes sociales virtuales y despertó el interés dentro del ámbito académico y generando algunas apreciaciones, entre otras por parte de académicos de distintas instituciones de educación superior de nuestro país.
El académico de la UACh decidió escribir primero un post en las redes y luego fue incitado por la Asociación Nacional de Compositores a que escribiera un texto más amplio en torno al tema: “La mencionada música creada a partir del coronavirus es pretenciosa, sin mencionar lo insensible de la propuesta en este momento, tratándose no más que de un montaje facilista que utiliza datos de forma caprichosa, sin un criterio o búsqueda de una expresión artística”, dice el autor.
Así nació esta idea, en la cual el autor plantea que si bien existe esta tendencia de cruces disciplinares —como la sonificación de datos— hace muchos años, una relación entre el arte y la ciencia algunas veces, como en este caso, es una relación forzada y dudosa:
“No quisiera confundir. Amo la ciencia; sigo sus avances y soy un aficionado a la lectura y visionado de material de divulgación científica y a alguno que otro libro más serio de nivel introductorio. Nunca me gustó la frase «pastelero a tus pasteles» y siendo un entusiasta de la cultura del «y» en lugar del «o» (donde se puede ser matemático y poeta, pastelero y ornitólogo, profesor y fotógrafo…), cultivo también un oficio, respetando tanto el del científico, como el del artista. Pienso que hay que valorarlos en su diferencia. Del mismo modo que leer un libro preliminar sobre el modelo estándar no me convierte en científico, mis amigos de ciencia no se autodenominan músicos por tocar algunos acordes en la guitarra. La clave, a mi parecer, es aprender a interactuar, dialogar y colaborar para generar proyectos que se enriquezcan mutuamente y trasciendan sus campos de conocimiento parcelado”, dice en su texto.