*Es una tarea pendiente y para recuperarlos se deben dar a conocer los cultivos y trabajar con los pequeños agricultores.
Para poder recuperar los cultivos olvidados de Chile o el consumo de plantas nativas, el Académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile, Andrés Contreras, indica que es imperioso trabajar con los agricultores sustentadores de estos recursos, ya que son ellos sus actuales guardianes.
«Con una disposición política, podemos manejar con los agricultores una tecnología adecuada, para que ellos produzcan más y llegar al mercado con el producto, pero para ésto es necesario que el Estado incentive -con recursos- las acciones conjuntas de investigadores y productores», señaló.
Y agrega que es importante dar una nueva dimensión realizando una selección de las mejores variedades, limpiarlas de enfermedades y poner en funcionamiento un programa productivo para llegar con un producto de alta calidad y excelente presentación a mercado.
Paralelamente, se deben estudiar a fondo estas plantas y determinar su valor nutritivo y nutracéutico e igualmente su potencial procesamiento industrial.
Cultivos Desconocidos
El Prof. Contreras explica que, a nivel nacional crecen una serie de cultivos, muchos de los cuales son desconocidos por la mayoría de los chilenos. Entre éstos se destacan los maíces de colores, amaranto, quinoa, poroto pallar, tarwi, rocoto, caigua, achira, arracacha, papa nativa, oca, ulluco, capulí, frutilla chilena, guayabo, pacay, tumbo, calafate, copihue, doca, maqui, queule, pitao, entre otras.
Aún es posible encontrar estas plantas en manos de algunos pequeños agricultores que las conservan para su alimentación y por sentimientos de conservación de tradiciones.
Chile, en general basa su alimentación en plantas que en algún momento se introdujeron al país o bien se siguen introduciendo, y el público desconoce o desprecia los productos nativos», dijo el académico.
Interés Extranjero
Profesionales de países desarrollados reconocen el valor de estas plantas y muchas de éstas las han llevado para producirlas, mejorarlas e inscribirlas en registro de propiedad de obtentores. «Así pasó con una planta ornamental como amancay, mejorada por los holandeses, pepino dulce, papaya y últimamente murta; por los neozelandeses y la quinoa; por lo ingleses», acotó.
Añade que, en estos tiempos son importantes y valiosos los genes, existiendo empresas transnacionales dedicadas «a colectar cuanto organismo encuentren en países como los nuestros que no tenemos protección para nuestro patrimonio natural, y lo más grave nuestros científicos están más preocupados por las plantas introducidas, que de las propias».