– La adquisición de los fantomas se enmarca dentro de un proyecto Mecesup que se ejecuta hace tres años con el fin de mejorar la calidad de la educación de los estudiantes de las carreras de Enfermería, Obstetricia y Tecnología Médica.
Definitivamente, en la Universidad Austral de Chile hay fantomas. Pero no hay de qué asustarse, pues no se trata de espectros ni nada por el estilo, sino de los nuevos muñecos de simulación que llegaron al Instituto de Enfermería e Instituto de Enfermería Materna de la Facultad de Medicina UACh y que ayudarán a mejorar la calidad de los próximos profesionales de la salud.
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto Mecesup «Calidad, humanización y pertinencia de la formación en el área profesional de los estudiantes de las escuelas de Enfermería, Obstetricia y Tecnología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile».
La enfermera y docente del Instituto de Enfermería UACh, Gema Santander (quien es directora alterna de este proyecto), no puede esconder su satisfacción por la llegada de los nuevos muñecos de simulación o fantomas, que se encuentran desde el mes de julio en este Instituto.
Gema Santander asegura que «con estos fantomas los estudiantes van a adquirir seguridad a la hora de ingresar a un campo clínico y desarrollarán todas las competencias que deben saber antes de entrar a atender un paciente en forma directa».
Cualidades de los Fantomas
Dieciocho son los fantomas provenientes Inglaterra, invirtiéndose en ellos un monto de 20 millones de pesos, «lo que convierte a la Universidad Austral de Chile en pionera dentro del volumen de adquisición de estos implementos en el país», resalta la profesora Santander.
Dentro de las cualidades que presentan algunos de estos muñecos, está la posibilidad de poder bañarlos; lavarles el cabello; aplicar gotas a nivel de los ojos; sonda nasogástrica, de gastrostomía y colostomía; aspiración de cánula endotraqueal y traqueotomías.
Además, permiten colocar inyecciones intramusculares en piernas, brazos y glúteos; y practicar maniobra de Heimlich para obstrucción de las vías respiratorias, entre otros.
También se les puede cambiar el sexo, «algo muy importante para practicar el lavado genital de los pacientes», indica la docente encargada, quien destaca además que «los fantomas no se molestan y pueden ser utilizados varias veces, no así una persona real ya que, por algo natural, pueden sentirse incómodos y no están siempre a disposición de los estudiantes».
Igualmente destacan los simuladores de lactantes que tienen funciones como toser, llorar, respiros normales y anormales y ruidos cardíacos.