Como en un film de colores tenues y ritmos humanos transcurren los adoquines y cuchichean en una esquina de Valdivia todos los domingos, llegan por Yerbas Buenas o Yungay, suben desde General Lagos y en torno al Torreón Los Canelos se distribuyen, sosteniendo la Feria de Antigüedades y Diseño de Valdivia. Cada año se reinaugura y se renueva, lo que es una forma de decir.
Esta versión ya se ha inaugurado con sonoridades clásicas y no tanto, en manos de jóvenes que desde el Conservatorio de Música de la Provincia de Buenos Aires Juan Andrés Castro, llegaron viajando hasta los Campamentos de Mancera y estuvieron también el pasado domingo 10 de enero en el torreón Los Canelos. Junto a ellos se sumaron manos de niños en el taller de impresión de hojas «Impronta vegetal;» luego se inauguró la muestra fotográfica del taller para adultos mayores que dirigió Francisca Jara y que permanece en la Casa Luis Oyarzún.
Las decenas de personas que participaron de la inauguración, realizada el pasado 10 de enero, pudieron llevarse un tesoro desde las mesas desplegadas en esta versión por la Agrupación de anticuarios “El canelo”, “El Torreón” y estudiantes de Artes Visuales de la UACh. Junto a ellos otros expositores acercan valiosas máquinas del tiempo que en tamaños reducidos permiten los viajes más inesperados.
La feria y sus variadas exposiciones continúan con nuevos talleres y presentaciones musicales todos los domingos de 10:00 a 14:00 horas en el Torreón Los Canelos (en Valdivia). Entre los eventos que acompañan la feria se suman el Taller “¡Experimenta, juega y aprende!”, enfocado para niñas y niños de 5 años en adelante; así como también se encontrará abierta al público infantil la muestra Audiovisual Novasur. De igual forma, se podrá disfrutar del show de música en vivo con «Los tres diferentes».
Perderse estos viajes es perderse uno mismo.