Una evaluación muy positiva se efectuó en torno a los seminarios online efectuados por el Proyecto REDES 180168, que contempló la participación de investigadores nacionales y extranjeros que abordaron estudios referidos a los suelos derivados de cenizas volcánicas en torno a sus propiedades físicas y químicas, como también aspectos de su degradación y el uso de tecnologías.
Esta actividad reunió, en 19 sesiones, a más de 1.200 personas que entre abril de 2020 y enero de este año se dieron cita en el marco de este proyecto ejecutado por el Centro de Investigación en Suelos Volcánicos (CISVo) de la Universidad Austral de Chile, la Universidad Técnica del Norte de Ecuador (UTN) y el Institut de Recherche pour le Développement (IRD) de Francia. En el desarrollo del proyecto se sumaron la Agricultural University of Iceland, Universidad de Aysén e INIA – Remehue.
Los seminarios contaron con presentaciones de investigadores de Ecuador, Francia, Islandia, Colombia, México, Austria y Chile, que se sumaron a asistentes de Bélgica y Argentina. La organización expresó su satisfacción al respecto, esperando replicar en 2021 este tipo de eventos.
El pasado 21 de enero se efectuó la última de las exposiciones, titulada “Incremento de la Densidad Aparente de un Andisol. Efectos sobre su resistencia mecánica, funcionamiento de los poros y dinámica de agua de un perfil”, a cargo del Dr. José Dörner, Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh y Director de CISVo.
En la ocasión, hizo un análisis de la investigación en suelos derivados de cenizas volcánicas efectuada en esta Universidad desde 1970 a la fecha, relevando la figura del Dr. Achim Ellies (Q.E.P.D). También explicó los principales objetivos de los proyectos FONDECYT realizados en años anteriores y los que, actualmente, se desarrollan en la Estación Experimental Agropecuaria Austral (EEAA) llevados a cabo por académicos de esta Facultad. Asimismo, subrayó los resultados obtenidos en torno a los estudios efectuados a nivel regional e internacional.
Una de las ideas desplegadas por el Dr. Dörner fue que el cambio del uso del suelo, por ejemplo, en bosque o pradera, lo expone a mayores presiones: “Esto trae como consecuencia una deformación del suelo afectando al sistema poroso, reduciendo la porosidad total y su redistribución”, recalcó
“En la medida que aumenta la densidad, aumenta la resistencia de la penetración y su capacidad de retención, por lo tanto, habría mayor cantidad de agua en el suelo que las plantas podrían utilizar”, sostuvo el académico, que también lideró el proyecto Redes.
Conclusiones de la ponencia
Entre las conclusiones entregadas por el Prof. Dörner en su exposición se destacan las siguientes:
• El incremento de la densidad aparente aumenta la resistencia mecánica, reduce la capacidad de aire hasta llegar a niveles críticos propios de suelos compactados (dentro del rango para andisoles).
• Los ciclos de comprensión dinámicos (ejemplo, pisoteo animal), con niveles menores incluso de la capacidad de soporte, provocan un incremento en la densidad aparente.
• La estructuración del suelo juega un rol relevante en el funcionamiento de los poros, tal que, para los valores altos de densidad aparente, permite contar con un sistema poroso continuo que facilita el flujo convectivo del aire.
• La conservación de la estructura juega un papel importante en la accesibilidad de agua para las plantas, por lo tanto, se releva el rol del suelo como almacén del agua.