Con certeza podemos asegurar que las decisiones asociadas a las inversiones en sector forestal requieren una mirada de largo plazo, especialmente cuando se elige la especie a plantar, por cuanto los réditos de dicha inversión requerirán entre 10 y 30 años (y más). La evaluación del sitio (clima y suelo) será insumo esencial para determinar las posibles especies, ello se acompañará por un acucioso análisis técnico-económico considerando las distintas alternativas de material genético disponible, costos de formación – manejo – administración – cosecha – carguío y trasporte a los potenciales mercados. Por lo general, salvo falencias técnicas o falta de realismo práctico, la elección de la especie debe ser un acto racional encausado por elementos técnicos perfectamente conocidos.
*Leer columna en Diario Austral Valdivia.
Disponemos en Chile del orden de 2 millones de hectáreas potenciales a plantar (la mayoría corresponden a suelos degradados por malas prácticas agrícolas del pasado) y, otro tanto, de superficie de bosque nativo con vocación productiva, que podría recuperarse con enriquecimiento y manejo.
Durante casi medio siglo, la Cooperativa de Mejoramiento Genético Forestal (CMGF), formada por la Universidad Austral de Chile – CONAF y empresas forestales, ha trabajado intensamente en desarrollar el mejor material genético para distintas condiciones de sitio, al inicio con Pinus radiata, luego con Eucaliptus globulus, Eucaliptus nitens y, recientemente, con GloNi (híbridos resultantes de la cruza entre E. globulus y E. nitens). En el caso de las especies nativas, el mayor desarrollo es alcanzado para Raulí, donde destaca la región de Los Ríos con el Huerto Semillero Clonal Huillilemu de CONAF; esto se complementa con I+D+i para nuevos sistemas de propagación de Raulí y de híbridos Roble x Raulí (RoRa) realizado por la UACh y la CMGF durante los últimos 10 años.
Hoy, ante el deseo o necesidad de transformar en realidad la forestación con especies nativas, al igual que en las plantaciones tradicionales, inevitablemente requiere de un análisis técnico-económico, donde cada condición de sitio para plantar y bosque a manejar debe ser racionalmente evaluado. No olvidar en la ecuación las propiedades de la madera y los procesos industriales.