El martes 3 de abril, actuando en conjunto con vecinos del sector Teja Sur de Valdivia, interpusimos denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente, por el desarrollo de una serie de actividades de intervención en el humedal ubicado en la confluencia de los ríos Valdivia y Cruces, afectando no solo el paisaje, portada de nuestra ciudad, sino que, además, dañando la biodiversidad y el cause de nuestro sistema estuarial.
Lo increíble de todo esto, es que la intervención se ha desarrollado por etapas desde el año 2003, época en que las faenas fueron autorizadas por la en ese entonces, gobernadora provincial Marta Meza, autorización requerida por tratarse de un proyecto minero ubicado en un bien nacional de uso público, (cause del Rio Valdivia), desarrollándose la intervención a vista y paciencia de todas las autoridades Valdivianas.
Frente a denuncias realizadas el año 2007, astutamente el responsable de la intervención, cesa por un tiempo su actividad y tan pronto se calma la cosa vuelve a intervenir, su objetivo ha sido aprovechar los efectos jurídicos que en relación con las concesiones mineras, emanan en favor de su titular, desde el Código de Minería, para mediante el relleno del estuario, construir una casa y una marina, sin que en realidad exista interés en desarrollo minero alguno, por lo que podemos afirmar que en este caso nos encontramos con una aplicación absolutamente abusiva de la ley.
Algo similar sucede en la denominada vuelta de la culebra, acceso sur de Valdivia, a un costado de la carretera Valdivia -Paillaco, donde desde el año 2016 se ha comenzado a parcelar un predio y a levantar una población, que reviste el carácter de un asentamiento ilegal, avanzando sobre un bello y rico humedal aledaño, que increíblemente según la Dirección General de Aguas, sería un humedal privado, pese a lo evidente y públicamente notoria presencia en el sitio del cauce del Rio Angachilla, al menos desde el terremoto del 60, por lo que al haber transcurrido más de 55 años de inundación, dichos terrenos, que hoy forman parte del humedal, indubitadamente integran el cauce natural, atendido lo dispuesto por el articulo 655 del Código Civil, en relación con el artículo 30 del Código de Aguas, donde solo se puede intervenir, previa autorización de la Dirección General de Aguas, según dispone el articulo 41 del Código en comento.
La protección de los humedales urbanos en Valdivia, derivan de sus múltiples servicios ambientales, que van desde su valor paisajístico, el ser hábitat de rica biodiversidad y el aportar a la captación de las abundantes aguas lluvia que caen sobre nuestra sureña ciudad, de hecho gran parte de ellos según el Plan Maestro de Captación de Aguas Lluvia de Valdivia, constituyen parte de su red primaria y por lo mismo, según dispone el DS 398-2014, en relación con ley 19.525, deben ser preservados en tal función por el Ministerio de Obras Públicas.
No obstante lo expuesto, la inacción de la administración frente a las faenas de intervención desarrolladas a vista y paciencia de todo el mundo, nos llevan a concluir que la protección de estos bellos e importantes espacios naturales, simplemente no han sido prioridad para ninguna de las autoridades que han desarrollado su función pública durante los últimos 20 años, y por lo mismo, son los habitantes del territorio, quienes debemos asumir su defensa y promoción, mediante la organización, la movilización social y la denuncia sustentada técnicamente.
Los humedales son parte fundamental de nuestro patrimonio ambiental, son bienes comunes a todos los valdivianos y prestan fundamentales servicios ambientales que debemos preservar, tarea urgente donde todos son necesarios y bienvenidos.
Vladimir Riesco Bahamondes
Profesor de Derecho Ambiental
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UACh
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UACh