Se trata de un ejemplar de Roble (Nothofagus obliqua) ubicado en Avenida Circunvalación Sur, en el bandejón central, en Valdivia. El árbol corresponde al ejemplar más antiguo existente en una ciudad en Chile, según el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, Dr. Iván Díaz. “Está aquí desde que la zona era un espeso bosque nativo, destaca por su tamaño, altura y diámetro, su densa cobertura de plantas epífitas, especies que son frecuentes en árboles grandes de los bosques nativos adultos. En particular, la cobertura de chupallita suele estar asociada a árboles centenarios”, explicó el docente y Director de la carrera de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales.
Luego de que la Ilustre Municipalidad de Valdivia hiciera un estudio del arbolado urbano y decidiera cortarlo, un equipo de académicos del Instituto de Silvicultura de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, UACh, elaboró un diagnóstico sobre el estado sanitario del ejemplar. Fue así como se determinó su estado sanitario, las condiciones del suelo que lo sostiene, y su edad. La extracción de tarugos permitió identificar la edad mínima del árbol mediante el conteo de los anillos del crecimiento. “El estudio realizado en el Laboratorio de Dendrocronología y Cambio Global de la UACh concluyó que tiene más de 285 años, pero si nos proyectamos hacia el centro del árbol calculamos que tiene unos 350 años”, enfatizó Díaz.
“La edad del roble indica que nació de forma silvestre en el bosque nativo que cubría esta zona antes de ser colonizada. La gran presencia de epífitas confirma que se originó en un bosque nativo, por lo cual este roble representa un legado biológico en la ciudad, legado que proviene del bosque original albergando muchas especies vegetales propias de los bosques nativos”, señaló Díaz. Destacó que Valdivia es la única ciudad que posee árboles antiguos en el radio urbano, “en general en otras ciudades los árboles más viejos son plantados y generalmente exóticos, acá en cambio encontramos aún presentes árboles nativos, que vienen del bosque”.
Otra de sus características es una cicatriz originada por un incendio probablemente ocurrido hace más de 100 años. Además alberga un nido de lechuza (Tyto alba), rapaz considerada beneficiosa por ser controladora de ratas y ratones. Cabe destacar que un grupo de alumnos de la carrera de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales, realizó un estudio en torno a este tema. Se tomó datos a lo largo de un año, luego de lo cual se concluyó que las lechuzas que habitan el roble comen alrededor de 600 ratones al año.
En consecuencia, luego de las gestiones, el equipo de la UACh finalmente logró conservar el árbol. La intención ahora es protegerlo como patrimonio natural de gran valor histórico para la ciudad de Valdivia. Para ello se planea colocar una placa informativa que dé a conocer las características únicas que éste posee, además de anclarlo mediante tensores. “El roble presenta un buen estado sanitario y un crecimiento normal y constante, lo cual confirma que está creciendo en buenas condiciones. Por estas razones, no se justifica su remoción por problemas sanitarios”, indicó el docente.