En 2014 la ONU instauró que cada 5 de diciembre se conmemore el Día Mundial del Suelo, con el objetivo de establecer la importancia que este recurso no renovable tiene para la sociedad, dadas sus funciones ecosistémicas.
Dentro de los múltiples tipos de suelos que existen, para Chile es muy relevante el estudio de los suelos volcánicos. Si bien los países que cuentan con ellos son escasos -la superficie de suelos volcánicos es menos del 1% a nivel mundial- en nuestro país corresponde a más del 60% de la superficie productiva, tanto agrícola como forestal.
Dada su extensión en nuestro territorio estamos frente a un verdadero laboratorio natural, ya que los suelos volcánicos se extienden desde la región del Maule hasta la Patagonia.
En la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias estamos desarrollando varios proyectos orientados a determinar la calidad y funcionalidad de estos suelos. Por ejemplo, a través de una inicitiva Fondecyt (1220767) que lidero, buscamos generar una base de información para desarrollar índices de calidad que permitan evaluar si los manejos que se están haciendo a nivel agropecuario y silvoagropecuario están mejorando o degradando la calidad del suelo. También el proyecto del Dr. John Clunes, Fondecyt de Iniciación (11221038), cuyo objetivo general es determinar el efecto de la estructura sobre el almacenamiento físico de C, N y S en sus formas disponibles.
Asimismo, a través de un proyecto Fondef IDeA I+D ID22I10014, donde el Dr. Dante Pinochet es el Director, se abarcan las regiones de Los Ríos y de Aysén, también buscamos generar estos índices para traspasarlos a los tomadores de decisiones, es decir, que mediante herramientas cuantitativas se evalúe la calidad y fragilidad de los suelos para determinar, por ejemplo, si se pueden aumentar sus funciones ecosistémicas. Por su parte la Dra. Dorota Dec, responsable del proyecto Fondecyt 1231934, tiene como objetivo evaluar el efecto de la implementación de un sistema de gestión del agua de drenaje en una Vega Patagónica, con el fin de mejorar la productividad de este ecosistema sin efectos perjudiciales sobre las propiedades dependientes de la estructura del suelo y las funciones de sus poros.
A ello se suma la formación de nuestras y nuestros estudiantes, desde el pregrado en la carrera de Agronomía con los ramos generales, hasta la especialización en el Magíster en Ciencias del Suelo para luego profundizar sus conocimientos en el Doctorado en Ciencias Agrarias, que considera diversas líneas de trabajo en esta área.
El gran desafío que tenemos es generar conciencia sobre la relevancia de los suelos y sus servicios ecosistémicos para el bienestar de la sociedad. Es fundamental tener suelos sanos, de calidad, de lo contrario no vamos a poder avanzar en aspectos tan necesarios para la humanidad como es la seguridad alimentaria.
Lo mismo sucede con el cambio climático y el rol de los suelos en este proceso. Ellos constituyen el reservorio de carbono terrestre más grande que posee el planeta, por lo tanto, si no los protegemos o no nos preocupamos de cuáles debemos privilegiar, por ejemplo, para acumular carbono o agua, estos recursos pueden verse mermados en el futuro y eso nos afectará a todos.