El proyecto denominado “Restauración de la Casa Ehrenfeld, actual Conservatorio de Música UACh” concursó en el mes de julio del 2013 a los Fondos para el Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, obteniendo una de las mejores calificaciones a nivel nacional que justifica la necesidad de mejorar esta belleza arquitectónica. La adjudicación de este proyecto otorga a la UACh 120 millones de pesos, en tanto la Universidad por su parte replicará este mismo monto como cofinanciamiento, lo que genera un total de 240 millones de pesos para realizar las obras.
Los trabajos están a cargo de un equipo de profesionales que también participaron en la elaboración del proyecto, liderado por el arquitecto Gerardo Saelzer Canouet, docente de la carrera de Arquitectura UACh. El profesional ha participado en diferentes proyectos como la restauración interior de la casona Commentz-Hoffmann y el rescate del Cine Club/Teatro Universitario, entre otras obras en nuestra universidad, también está trabajando dentro de este desafío Pablo Gómez Alvial, Arquitecto titulado en la Universidad Austral de Chile.
El académico señaló las características que han ido apareciendo en esta etapa primaria de los trabajos, conformada por desarmes y reparaciones de piezas dañadas. Éstas dejan advertir la importancia de auscultar e investigar las estructuras, sus componentes y su estado actual para ser eficientes en el rescate de esta colección de inmuebles de madera, como se da en Valdivia.
“En este caso somos testigos cómo la casona es una gran caja de madera autónoma de la base que ofrecen a la vista los muros del piso zócalo. Las fachadas de los dos pisos superiores han resistido debilidades debido a una red interna de tabiques que funcionaron como una red atada por diversas capas de madera, que garantizaron un núcleo que trabajó colaborativamente con las cuatro fachadas. La composición estructural no obedece a las mejores lógicas, pero el trabajo de restauración incluye precisamente los reforzamientos necesarios. Es decir, al interior de muros y pisos de la casona, la estructura que se esperaba está incompleta y se están ordenando ejes que tomarán los pesos desde arriba hasta abajo ordenadamentete», señaló.
Según explicó, «mediando las intervenciones que ha sufrido el edificio a lo largo de los años, para formar salones de conciertos y de ensayos, se ha debilitado la estructura y creemos que ésta estaba cercana a un colapso de algunos sectores. Los cambios se hicieron con improvisación, usando además materiales inconvenientes junto a las maderas nativas. Por ejemplo: las tarimas del coro descansaban sobre un piso que permaneció oculto, y en ese piso todos los apoyos de las vigas habían desaparecido por humedad provenientes de ventanas (no originales) que dejaban filtrar agua por los antepechos, sin ser advertida”.
El docente además agregó que “con este tipo de trabajos nos damos cuenta lo importante que es estudiar estas estructuras ya centenarias para poder iniciar trabajos de restauración de forma responsable. Se trata del respeto a la tradición y el trabajo original de sus creadores, pero además de la aplicación de estándares actuales, con el desafío que se asume al incorporar esos estándares de manera oculta, fuera de la vista, de manera que se perciba la casa igual a su estado original, si ese fuese uno de los objetivos. O de manera creativa, si se necesita aprovechar las posibilidades que ofrecen espacios generosos en luz, acústica, estilos arquitectónicos pasados y áreas comunes que hacen de estas construcciones oportunidades de arte únicas”.
Por su parte el Director del Conservatorio Pablo Matamala Lopetegui señaló que “es importante destacar nuestro compromiso con la comunidad y con la historia arquitectónica de nuestra ciudad. Es un logro enorme poder devolver el esplendor de antaño a nuestro hogar, testigo de la evolución del Conservatorio de Música”.
Historia
La Casa Ehrenfeld fue una propiedad del industrial en curtiembre don Gustavo Ehrenfeld Bachmann y de doña María Braub, construida en 1919 por Sebastián Werckmeister. Esta residencia surge como parte del apogeo industrial del siglo XIX en Valdivia que se inicia entre los inmigrantes alemanes. Gustavo Ehrenfeld es uno de estos industriales y formador de la empresa eléctrica, de lo que da cuenta la chimenea existente, de 1919, monumento histórico contiguo al deslinde sur de la casa y su predio.
Entre los inmigrantes son algunas las familias que logran construir grandes casas, y la antigua calle del Canelo –hoy General Lagos- es escogida por varias de las nuevas familias industriales. Algunas de ellas tendrán sus instalaciones de producción en la Isla Teja y en lugares más extremos de la ciudad, como Miraflores, Las Ánimas y Collico. Para estas extensiones territoriales de Valdivia, el río es una vía de comunicación y comercialización. Las casas de industriales, como la casa Ehrenfeld, se construyen en los terrenos que se ubican entre General Lagos y el río mismo, y de esa manera acceden directamente a esta vía fluvial.
El apogeo industrial y la construcción de estas residencias familiares posibilitan el desarrollo de una arquitectura centro europea y un urbanismo temprano de la antigua ciudadela colonial, transformándose en ciudad industrial y en ciudad puerto.