Carga de parásitos en la Región de Los Ríos, Chile: Desentrañando la interacción hospedador-ambiente-parásito que impulsa la transmisión es el nombre del estudio, que busca determinar la prevalencia de los parásitos (y sus subtipos) en la región, describiendo las vías de transmisión (animal-animal; animal-humano; humano-humano) a través de un estudio transversal en poblaciones humanas y de perros domésticos, y también describir los factores ambientales (bióticos y abióticos) que impulsan esta transmisión.
“Nuestra hipótesis es que existe una importante y desconocida circulación parasitaria entre los animales, el medioambiente y el ser humano, lo cual es de gran importancia para la salud pública de la región debido a la imposibilidad de controlar las enfermedades parasitarias sin identificar sus vías de transmisión. Este proyecto nos permite responder al qué, dónde, cuándo y cómo, en relación con la transmisión de enfermedades parasitarias en nuestra región. Una vez que tengamos estas respuestas, podremos realizar un trabajo más focalizado que nos permita obtener resultados probablemente más aplicables a las políticas sanitarias”, cuenta el Dr. Sanhueza, quien además es Postdoctorado en Ecología y Evolución de Enfermedades Parasitarias.
Asimismo, explica que las enfermedades parasitarias humanas siguen siendo un importante problema de salud pública, tanto en países desarrollados como subdesarrollados. “En el mundo, actualmente hay 2.800 millones de personas infectadas por geohelmintos (o gusanos parasitarios). Según la OMS, alrededor del 20-30% de la población mundial está infectada por Toxoplasma gondii y cada año, en todo el mundo, hay entre 300 y 500 millones de nuevos casos de malaria. En América Latina hay entre 10 y 15 millones de personas infectadas por Trypanosoma cruzi, que causa la enfermedad de Chagas en humanos”.
Además, sostiene que en Chile hay una escasez de estudios recientes sobre parásitos utilizando técnicas modernas de diagnóstico.
“Este proyecto propone realizar el primer estudio integrador en parasitología en la Región de Los Ríos, y probablemente en Chile. A través de un muestreo sistemático y exhaustivo, obtendremos un conocimiento preciso de la distribución de parásitos en la Región de Los Ríos, que será muy informativo y útil para la comunidad sanitaria de la región. Además, podremos revelar los mecanismos subyacentes que modulan la transmisión de estos organismos. De esta manera, este proyecto tendrá potencialmente un impacto significativo en la salud pública de la región, ya que proporcionará a las autoridades sanitarias un estudio detallado del foco parasitario y de las vías de transmisión de estos patógenos. Esto permitirá implementar soluciones adecuadas de tratamiento, tanto humano como animal, así como políticas públicas en relación con la presencia de contaminación ambiental permitiendo así un mejor control de las enfermedades parasitarias en toda la Región de Los Ríos”, sostuvo.
¿Cómo se desarrollará el estudio?
La investigación encabezada por el Dr. Sanhueza contará con la colaboración de investigadores del Institut de Recherche pour le Developpement de la U. de Montpellier, Francia: Cedric Chesnais, Charlotte Boullé, Andrés Garchitorena y Romain Pigeault, con el apoyo de docentes y auxiliar del Instituto de Parasitología de la UACh y estudiantes de pregrado y postgrado de nuestra casa de estudios, quienes podrán realizar sus seminarios de titulación trabajando en este proyecto.
“Para captar las particularidades de esta región, se ha dividido en tres subregiones: Costera, central y cordillera. Nuestro objetivo es obtener datos representativos de toda la región de estudio, por este motivo queremos diferenciar tres niveles de entorno-subregiones de la costa, del centro y de la cordillera, y distinguir entre los habitantes de las zonas rurales y los de las grandes ciudades. A cada uno de los participantes en este estudio se les hará análisis coproparasitológicos de deposiciones, análisis de suero y además se les pedirá que rellenen un cuestionario normalizado para obtener información sociodemográfica y averiguar las condiciones de vida básicas y si alguno de estos factores influye en la infección parasitaria, por ejemplo, la ruralidad, el acceso al agua potable, etc.”, detalla el Dr. Sanhueza.
Y añade: “Una vez que se obtengamos los datos de prevalencia, realizaremos la interpolación de la distribución geográfica de cada parásito. Comprobaremos la existencia de clusters o hotspots (lugares de la región con una alta prevalencia de parásitos). A continuación, extraeremos los datos ambientales utilizando temperatura, altitud, tipo de suelo, entre otros, analizaremos la relación entre nuestra distribución espacial de parásitos, los datos ambientales recogidos y los datos ambientales espaciales. Una vez identificados los hotspots de parásitos, realizaremos un muestreo aleatorio semi exhaustivo con una cuadrícula fina y precisa, en humanos, medioambiente y animales. Este muestreo nos permitirá realizar análisis ecológicos y modelizar las rutas de transmisión y la dinámica local de las infecciones”.
Transmisión de parásitos
Para que un parásito pueda transmitirse necesita completar su ciclo biológico, a través múltiples estrategias, la mayoría de las cuales implican la eliminación de propágulos (quistes, huevos o larvas) en el medioambiente. De esta manera, existe una relación inevitable parásito-ambiente-hospedador (humano u otro), que es lo que se propone estudiar el proyecto.
“Esta relación existe porque los humanos y los animales comparten muchos parásitos que se han adaptado a ambos hospedadores, de ahí la importancia de las llamadas enfermedades zoonóticas (las que se transmiten de los animales a los humanos). La relación no se produce en el vacío, sino en un contexto ecológico que proporciona condiciones ambientales (bióticas o abióticas) que pueden favorecer o impedir la transmisión del parásito, dado que la mayoría de los parásitos necesitan el entorno para completar su ciclo biológico, donde las condiciones ambientales desempeñan un papel esencial en la modulación de su dinámica de transmisión, actuando directa o indirectamente sobre el parásito”, cuenta el Dr. Sanhueza.
Así, en el estudio de esta compleja interacción, esta investigación propone un enfoque múltiple, que integre la salud ambiental, animal y humana, para obtener una comprensión completa de las enfermedades parasitarias en la región. Visión que se denomina One Health y que se enmarca dentro de los esfuerzos de la OMS por promover una visión más completa e integrada de la salud, ya que para controlar muchas de las infecciones parasitarias se requiere entender las complejas interacciones que subyacen a su transmisión.