<p align="justify">Todo alumno del Campus Puerto Montt de la UACh que haya participado de la asignatura "Lenguaje de Señas", en especial aquellos de Fonoaudiología y Psicología saben perfectamente quién es Nicolás Aguilar.</p><p align="justify">Y es que este joven de 24 años se ha ganado el cariño de toda la comunidad universitaria al torcerle la mano a la adversidad que desde los cinco años le impidió volver a escuchar, para aceptar la invitación de la académica Karina Muñoz de participar como Instructor de Lenguaje de Señas en el Campus Puerto Montt de la UACh.</p><p align="justify">Con una participación que en principio comenzó sólo en bloques dentro de la misma hora de clases, y que con el tiempo se fue extendiendo, Nicolás asumió el desafío de enseñarle a los alumnos de Fonoaudiología el lenguaje que para él se convirtió en lo que denomina "su lengua oficial", lenguaje que sueña, sea verdaderamente validada en el país.</p><p align="justify">Por medio de su compañera de trabajo, y quien además se ha convertido en una verdadera amiga, Karina Muñoz, académica a cargo de la asignatura Lenguaje de Señas, Nicolás no dudó en contestar las preguntas en su nueva calidad de docente de la carrera de Fonoaudiología.</p><p align="justify"><strong>¿Qué te produjo la noticia de que serás el primer docente sordo del Campus Puerto Montt?</strong></p><p align="justify">Lo tomo con felicidad, pues es un desafío muy grande. Ver que los alumnos de la asignatura pueden comunicarse sin problemas con los niños sordos que continuamente atienden es una satisfacción muy grande porque siento que en parte, han aprendido muy bien todo lo que les hemos entregado.</p><p align="justify"><strong>¿Cuáles son las expectativas que tienes ahora que eres oficialmente un docente de la carrera de Fonoaudiología?</strong></p><p align="justify">Me gustaría hacerles ver lo importante que es el lenguaje de señas para una persona que no puede oír, sobre todo a un niño, con el que se tiende a trabajar mucho en el aspecto académico, pero que a la hora de comunicarse, hasta la propia familia le exige comportarse como un oyente. Eso es muy triste, sobre todo en la infancia. Por eso me gustaría que los alumnos entendieran que las señas son la lengua oficial de un sordo, y por lo tanto insistir en aprenderla correctamente.</p><p align="justify"><strong>¿Somos verdaderamente una sociedad que integre a los sordos?</strong></p><p align="justify">En Puerto Montt, y en el país, falta mucho por hacer. En el mismo núcleo familiar de los sordos sigue faltando mucho. Ellos también deben aprender el lenguaje de señas, ocuparlo siempre con sus familiares sordos. Falta generar en todo el país la cultura del sordo, pues en la mayoría de las cosas cotidianas, quedamos excluidos, simplemente, por no escuchar.</p><p align="justify"><strong>¿Cuáles crees que son las principales habilidades que a lo largo de tu vida has desarrollado?</strong></p><p align="justify">A los cinco años, una meningitis me quitó la audición. Desde ese tiempo he aprendido a desarrollar otras habilidades como por ejemplo la visión. Los sordos tenemos la capacidad de estar atentos a las expresiones en el rostro de la gente. Siempre sabemos que alguien está enojado o triste. La gente que oye es inconsciente de cómo van cambiando sus estados de ánimo, nosotros lo notamos todo.</p><p align="justify"><strong>¿Algo que quieras mencionar sobre Karina, tu ahora "colega"?</strong></p><p align="justify">Ella hacía clases en la Escuela Los Eucaliptos, donde yo estudié, y al tiempo ella me invitó a participar de su asignatura, como instructor. Desde ese momento Karina me ha acompañado en todo y juntos hemos logrado entusiasmar a los alumnos en el Lenguaje de Señas. Cuando veo a un niño sordo, me gustaría que él recibiera el apoyo y la educación que yo no tuve cuando niño. Ese es mi desafío.</p>