Un estudio que evaluó la influencia humana y climática durante los últimos siglos en relación a los incendios ocurridos en bosques de Araucaria araucana de la Reserva Nacional Malalcahuello fue la tesis que Tomás Riquelme Buitano, Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, presentó para la obtención del grado de Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente por la misma casa de estudios. El profesional ingresó al programa que imparte la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales en 2019, a través de la vinculación pregrado-postgrado.
Respecto a los datos obtenidos mediante las cicatrices de incendios de las araucarias que muestreó en la Reserva, la tesis «Historia de incendios en bosques de Araucaria araucana en la Reserva Nacional Malalcahuello» registró un total de 34 incendios diferentes en los últimos 300 años. “El más antiguo ocurrió en 1714 y el más reciente en 1965. Este estudio no determinó la superficie de bosques quemados producto de los incendios. Sin embargo, se puede destacar que los incendios de mayor magnitud ocurrieron en los años 1897, 1943 y 1959, los cuales afectaron a las cuencas del Colorado y del Coloradito, y que se asociarían a condiciones cálidas y secas producto de la acción de forzantes climáticas de gran escala como eventos El Niño-Oscilación Sur y las fases positivas del Modo Anular del Sur (SAM)”, explicó Tomás Riquelme.
Su trabajo arrojó información importante en relación al régimen de incendios que ha afectado a la Reserva Nacional Malalcahuello. “Los resultados coinciden con los descritos en otros estudios para los bosques de Araucaria araucana en la Región de La Araucanía, lo cual implica que éstos han sido afectados por factores climáticos y antrópicos similares en toda esta zona. Además, esta investigación se realizó mayoritariamente a través del fechado de cicatrices de fuego en tarugos de incremento, siendo uno de los primeros estudios en emplear prioritariamente este método para la reconstrucción de la historia de incendios de un área en particular”, explicó.
Para el profesional, “esto demuestra ser una alternativa efectiva que permitirá continuar realizando este tipo de investigaciones en especies emblemáticas y con alguna categoría de conservación, como es el caso de Araucaria araucana”.
Entre las conclusiones más relevantes que destaca está la importante influencia humana y climática sobre el régimen de incendios en la reserva. En este sentido, previo al año 1700 no se registraron incendios, pero posteriormente, durante el período Indígena, se registran algunos eventos que se asocian a actividades y prácticas del pueblo Pehuenche (1701-1882).
Además, la mayor frecuencia de incendios ocurre durante el período de colonización Euro-Chilena entre los años 1883-1960, lo cual se vincularía con un aumento sustancial de las actividades ganaderas en los bosques andinos de la zona por parte de los colonos y a las actividades de extracción maderera, que se enfocó principalmente en los árboles de araucaria.