En Chile, en el área científica sólo el 35% de quienes desarrollan investigación son mujeres. Al respecto, la investigadora valdiviana y Directora de la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Dra. Pamela Ehrenfeld, nos entrega su visión sobre está temática relevante para el futuro del país y la región.
¿Cómo ve el desarrollo científico en regiones?
Veo que ha ido fortaleciéndose de alguna manera en los últimos años, pero con pasos un poco lentos para las necesidades que tenemos tanto a nivel local como a nivel nacional. Se agradece el esfuerzo de fortalecer los programas Explora en los colegios, que ha permitido que, tempranamente, jóvenes puedan descubrir su veta científica, sus inquietudes, tal vez sus temáticas de interés, con foco en sus comunas. Y también lo que ocurrió este año, el aumento en las becas de doctorado con equidad de género, que dio la misma cantidad de becas a mujeres y hombres, y esto posibilita que más científicas se posicionen en un corto plazo en el país.
¿Cómo motivar a jóvenes a elegir ciencias?
Por ejemplo, ver qué se necesita para la Región de Los Ríos. Si lo llevamos a temas de salud, nosotros necesitamos trabajar fuertemente el envejecimiento, la salud mental, la obesidad y el cáncer y, entonces, cuántos científicos, científicas tenemos trabajando en estas áreas, cuántos proyectos de investigación tenemos que tributen a ellos, cuántos de ellos son aplicados o van a llegar en el corto plazo a una mejora sustancial en la calidad de vida de las personas, qué posibilidades laborales tienen nuestros científicos o científicas interesadas y con experiencia en estas áreas, a quedarse trabajando con nuestras comunidades. ¿Qué interés hay en la industria de potenciar investigación y desarrollar los productos asociados? Todas estas vinculaciones son escasas y es en lo que debemos avanzar.
¿Y cómo se pueden comunicar estos mundos, la ciencia, el mundo productivo?
Desde mi experiencia personal lo sigo viendo lejano. Creo que hay muy buena investigación nivel básico, pero ¿Cómo tú sacas esto a las siguientes etapas para que se traduzcan en un producto que tenga algún efecto en nuestra realidad local? La respuesta no es tan fácil, cuando tú llegas a tocar las puertas de empresarios o de industrias o de compañías que son las que tienen que liderar las otras etapas. Porque se necesita esa vinculación y, si bien es cierto, están entidades como las incubadoras, CORFO u otras instancias, esa triangulación no es tan simple. Creo que nos falta efectivamente tener instancias para tener un contacto más directo, faltan mesas de trabajo, instancias de vinculación intersectorial, con mundo empresarial, encuentros de trabajo donde, efectivamente, estos mundos se puedan encontrar.
¿Cómo las universidades, que son las que generan conocimiento en Chile, están ayudando a resolver temáticas que afectan a la sociedad como, por ejemplo, el cáncer?
Hay distintas instancias y distintas realidades. Las universidades en Santiago han tenido la posibilidad de generar centros de investigación donde puedes reunir muchos científicos con distintas miradas en una misma temática. Como decíamos al principio, nuestra población está afectada por el envejecimiento, patologías de salud mental, la obesidad y el cáncer. Considerando que a medida que tú envejeces tienes más probabilidad de desarrollar cáncer, si tu salud mental se encuentra muy deteriorada, hay evidencia científica que ya demuestra que ese es un factor de riesgo y se está empezando a considerar como factor de riesgo importante para el desarrollo del cáncer. Chile es segundo en obesidad desde jóvenes hacia arriba y dependiendo del tipo de cáncer se tiene un 30% o 40% más de probabilidad de desarrollar algun tipo de cáncer y otras patologías como diabetes, hipertensión, entre otras.
Y a nivel regional, ¿Qué hace falta?
Es necesario poder tener un lugar donde todas esas miradas converjan, como centros de investigación independientes de las universidades, con financiamiento estatal basal, tipo CECs pero con mirada más amplia y de ciencia aplicada. Si este centro concentra distintas miradas y expertises, se puede lograr una mejor discusión de resultados obtenidos, generación de nuevas ideas, aplicación de los resultados, entre otros. Puedes garantizar de esta forma que ese conocimiento se traduzca en algo que tú puedas aplicar a tu comunidad. Pero en regiones, el que está haciendo investigaciones en salud mental está en un lado, el que está haciendo alguna investigación en el área de obesidad muchas veces está en otro lado y por ello se hace más complejo.
Estamos desarrollando el proyecto del Fondo de Innovación para Competitividad (FIC) 22-22, que es la segunda etapa del proyecto FIC 17-06. Lo que se busca en esta etapa es que habiéndose encontrado un posible biomarcador (en la primera etapa), ahora se debe validar la utilidad de este biomarcador en la población local. Ello permitiría implementar un sistema de pesquisa temprana y junto con invitar a las mujeres a participar en este proyecto, también agradecer en forma especial al Gobierno Regional de Los Ríos y al Consejo Regional por el financiamiento a esta investigación que busca disminuir la brecha de acceso a salud y contribuir a la detección oportuna del cáncer de mama.