El proyecto «Green Legacy Hiroshima», impulsado por las Naciones Unidas a través de su Instituto UNITAR y la ONG ANT-Hiroshima, busca distribuir en el mundo semillas de arboles sobrevivientes al bombardeo atómico sufrido por Hiroshima como un mensaje de paz para la humanidad. Chile, representado por el Jardín Botánico de la Universidad Austral de Chile, ha sido seleccionado dentro de los primeros países en el mundo en recibir este legado natural.
Las semillas pertenecen a los árboles de las especies Ginkgo bilova, Ilex rotunda y Cinnamomun camphor, las que arribarán este fin de semana al país y serán traídas personalmente a Chile por el agregado de agricultura de la Embajada Chilena en Japón, Vicente Pinto. Una vez en Valdivia, las semillas serán germinadas en condiciones especiales, para que luego de un periodo de aclimatación los arboles sean plantados en el Jardín Botánico UACh.
“Estamos muy honrados de ser parte de este proyecto de paz global y tener la oportunidad de ser nosotros quienes entreguemos este mensaje al pueblo Chileno. Tenemos planificado la creación de un Jardín especial para estas plantas, junto a varias otras actividades que honren el mensaje de paz que estas representan”, dijo el Dr. Mylthon Jiménez-Castillo, director científico del Jardín Botánico.
La incorporación del Jardín Botánico en el proyecto se produjo luego que Sharapiya Kakimova, voluntaria de GLH en Latinoamérica, contactara a la institución valdiviana para ser parte de la iniciativa, producto de su belleza, tradición botánica y el fuerte respaldo científico con que este cuenta. “A partir de ese momento hemos recorrido un difícil camino para traer las semillas dadas las fuertes exigencias fitosanitarias que rigen en nuestro país –explica el Dr. Jiménez-Castillo-. Por ello, estamos muy agradecidos por la ayuda recibida desde el Gobierno Regional a través de la Intendencia, el Ministerio de Agricultura y el Servicio Agrícola y Ganadero, quienes colaboraron en gestionar e implementar los permisos y protocolos fitosanitarios requeridos para estos casos. Dada estas exigencias, realizaremos un confinamiento de las plantas en dependencias especialmente habilitadas en el Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la UACh”.
La historia detrás de las semillas
El bombardeo atómico del 6 de agosto de 1945, que destruyó la mayor parte de la ciudad de Hiroshima, Japón, mató a unas 140.000 personas y dejó el centro de la ciudad convertida en un desierto radiactivo, cubierto por cenizas y sin vida. Muchos creían que nada crecería allí durante 75 años – se llegó a hablar de la reconstrucción de la ciudad en otro sitio por completo. Por ello, y de acuerdo a la información extraída de www.unitar.org, cuando nuevas plantas fueron vistas germinar a través de este paisaje desolado apenas unos meses después de la bomba, la ciudad lo recibió como un poderoso mensaje de vida, alentando a los sobrevivientes en su lucha por reconstruir.
El Legado Verde de Hiroshima corresponde a unos 170 árboles atómicamente bombardeados, distribuidos dentro de un radio de aproximadamente 2km alrededor del hipocentro de la bomba atómica. Los árboles están registrados oficialmente por el municipio como árboles A-bombardeadas y se identifican mediante una placa de referencia única con el nombre de Hibakujumoku (árbol superviviente). Al igual que los sobrevivientes de las bombas atómicas o ‘hibakusha’, también fueron testigo de la devastación causada por las terribles armas nucleares.
Los Hibakujumoku han sido cariñosamente cuidados por las autoridades, botánicos y ciudadanos con la finalidad de invitar a todos aquellos comprometidos con un planeta más verde, a las futuras generaciones, a vivir libres de la amenaza nuclear y a honrar a las víctimas de las guerras del pasado y del presente, o simplemente la creación de jardines de paz en sus comunidades. El Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), ANT Hiroshima-y un grupo de otros socios y personas se han unido bajo la bandera de “El Legado Verde de Hiroshima” (Green Legacy Hiroshima) con la finalidad de diseminar en todo el mundo las semillas como un mensaje de paz.
Lugares sembrados hasta la fecha
Las semillas de los Hibakujumoku han germinado y se han plantado en el Jardín Botánico de Irkutsk (Rusia), en Hortus Botanicus de Amsterdam, Kirstenbosch Botanical Gardens en Ciudad del Cabo, en Icesi Universidad de Columbia y en la Universidad Nacional de Singapur. En Japón plántulas y semillas ya han sido plantadas en el Instituto de Ciencias de la Tierra de Yokohama, en el bosque experimental Tamaneshi de la Universidad de Tokio, y en las embajadas de Singapur, Irak y Afganistán. En las Américas, las semillas y los árboles jóvenes están en preparación para su siembra en los Estados Unidos (Hamline University) y en Argentina., y ahora prontamente estarán en el Jardín Botánico de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
Colaboración: Dr. Mylthon Jiménez-Castillo, director científico del Jardín Botánico.