Frente al hecho de que el grueso de la población del país está residiendo en las ciudades, o al menos utiliza los servicios de ésta, nuestra preocupación debiera estar puesta en construirlas mejor. Sin embargo y de manera categórica los ciudadanos manifiestan una insatisfacción profunda al habitarlas, lo que se traduce en expresiones cada vez más agresivas a consecuencia de problemas funcionales, pero también de materias asociadas a la pérdida de lazos de pertenencia con el espacio circundante. Podemos concluir que habitan ciudades sin sentido. Nuestra disyuntiva actual debiera radicarse en re-descubrir el o los sentidos perdidos en el devenir del tiempo, y adicionalmente, a construir nuevos significados para la vida en común.
Valdivia ha sido distinguida como una ciudad que posee la cualidad de tener lugares significativos para la ciudadanía. Al señalarla como Capital Americana de la Cultura 2016, lo verdaderamente notable es el número de la población participante en la consulta realizada. Más de 53.000 personas han llegado a un consenso acerca de la relevancia que tiene para la ciudad los denominados “tesoros del patrimonio cultural”.
Al detenernos en los atributos que poseen estos lugares, claramente el papel de la naturaleza y de los parques urbanos es clave. El público ha desarrollado una conexión profunda con estos espacios y dentro de la vorágine destructora de sentidos de la modernidad, aún persisten instituciones que con sabiduría han logrado conservar la presencia de los anteriores. La Universidad Austral de Chile es una de ellas. Con una fuerte convicción del papel que tiene la academia en el quehacer regional y nacional, el aporte a la ciudad con el Jardín Botánico, ha permitido construir una cadena de significados no solo en la población universitaria, sino para el resto de la comunidad.
Sin embargo la consulta también ha dejado en evidencia muchos aspectos incomodos para quienes valoramos el aporte que puede llegar a ser la vida urbana. Con esto me refiero, al escaso lugar en las memorias urbanas que tiene el patrimonio construido; entendiendo que éste involucra tanto edificios privados o públicos, como espacios públicos propiamente tal.
Tal como la respuesta a la consulta realizada ha definido a la naturaleza como eje gravitante para la vida en común en la ciudad de Valdivia, también los lugares construidos debieran guardar un lugar significativo para la opinión pública. De esta manera podríamos tener ciudades más articuladas con la población.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS