La brecha entre la demanda mundial y la oferta de alimentos es cada vez mayor y seguirá incrementándose debido al aumento de la población, que se espera alcance los 9 mil millones de personas en el año 2050. El papel de la investigación y el desarrollo en la agricultura es clave para lograr los avances necesarios en materias de producción de alimentos, que permitan enfrentar los desafíos futuros de aumento de la población y nuevos escenarios climáticos. Así lo han entendido los organismos gubernamentales y la comunidad científica, lo que ha permitido se discuta la necesidad de invertir más en investigación y desarrollo en Ciencias Agrícolas y además, analizar cómo estos recursos son distribuidos en las diferentes áreas que abordan esta problemática.
Hasta hoy, la asignación de recursos y los esfuerzos de investigación parecen estar bajo una selección divergente, que favorece investigaciones de muy pequeña o de gran escala. Por un lado, las legítimas preocupaciones ambientales estimulan las inversiones en materias de escala global y por otro, la ciencia a escala molecular, donde se avanzó a tasas sorprendentes, se ha convertido en un fuerte demandante de recursos.
La Fisiología de Cultivos en tanto, se encuentra en una escala, o nivel jerárquico de organización, intermedio entre los dos extremos señalados y posee la fortaleza de proporcionar un vínculo vital entre biología molecular y los agro-ecosistemas. El dominio de la Fisiología de cultivos resulta esencial a la hora de explicar los fenómenos y respuestas de los agro-ecosistemas, así como para inferir los efectos de cambios a nivel molecular en la respuesta de los cultivos.
En el caso de la biología molecular, la producción de cultivos transgénicos ha sido muy exitosa (e.g., resistencia a herbicidas) pero sólo restringida a regulaciones por parte de uno o pocos genes. Caracteres agronómicos complejos como la resistencia a sequía o el rendimiento mismo, no han sido impactados por la biología molecular y allí la fisiología de cultivos puede integrar los conocimientos para ser transferidos a la mejora genético o el manejo.
La fisiología de cultivos consiste en un análisis del funcionamiento de las plantas como una población constituida por individuos pero que en conjunto se comportan de forma integrada que no es posible extrapolar desde la planta aislada. Tanto es así que el comportamiento de la población de individuos tiene características emergentes propias. El análisis de poblaciones de individuos de una misma especie botánica ha permitido la comprensión de aspectos clave como, por ejemplo, la producción de la fotosíntesis integral en una superficie o el comportamiento de la población ante el déficit hídrico.
El progreso en la agricultura, depende directamente de los avances en la agronomía, fito-mejoramiento y su interacción. Por lo tanto, la fisiología de cultivos puede contribuir a la agricultura sólo en la medida de su compromiso con el mejoramiento y el manejo agronómico. De este modo, con un financiamiento equilibrado, formación de especialistas en las diferentes áreas y abordando las problemáticas de forma integral y articulada, se pueden esperar progresos en la que cubran las demandas de alimentación, desarrollo y sustentabilidad de las futuras generaciones. Un ejemplo del uso de la fisiología de cultivos en el mejoramiento genético ha sido la selección de genotipos de maíz tolerantes a sequía logrado en los años 90 por G.O. Edmeades, J. Bolaños y otros investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) .
Publicación Internacional
Como una herramienta para enfrentar los importantes desafíos a los que se enfrenta la producción agrícola se posiciona la segunda edición del libro Crop Physiology Applications for Genetic Improvement and Agronomy (2015).
El libro ha sido editado por el Dr. Víctor Sadras y Daniel Calderini y aborda los desafíos de la producción racional y sustentable en cantidad y calidad de los alimentos, forraje, fibra y energía que son de interés internacional. Asimismo, proporciona una visión profunda sobre la fisiología de cultivos como una fuente referencial de teorías, análisis, métodos y herramientas para su aplicación en la mejora genética y agronómica.
El libro combina seis sistemas de producción de diferentes lugares del mundo con fundamentos de la fisiología de cultivos y el mejoramiento genético, la agronomía, la sustentabilidad y el cambio climático. Está dirigido a estudiantes avanzados, profesionales y científicos de disciplinas relacionadas con la agricultura, desde niveles moleculares hasta la integración de la producción agrícola.
Artículo publicado en Revista Agrícola de Julio de 2015