Sandra, madre de dos hijos, trabaja en la UACh hace 11 años, desempeñándose los últimos 4 en la Biblioteca Central, donde, entre otras prácticas, optimiza todas las hojas que debe imprimir reutilizando ambas caras, incluso cuando ya están impresas. ”Se imprime por las dos caras, y cuando no es un papel confidencial, se pueden pegar boletas de rendiciones; como verán se utiliza 3 veces”, sostiene.
Refiriéndose a la funcionaria, el Director de Bibliotecas, Luis Vera, comentó, “siempre está preocupada de seguir las prácticas en materia de sustentabilidad. Lo cotidiano son las hojas de la impresión y se las arregla para reutilizar y no desechar los archivadores. Se encarga de los materiales que se van a reciclaje y de los que se dan de baja. Tiene una política bastante fija en eso”.
En ese sentido, es de las personas que predica y practica el respeto por sus semejantes, por el lugar donde vive y por el lugar donde trabaja. «Cuido mi lugar de trabajo así como cuido y respeto mi casa; respeto todo el entorno donde vivo a diario. Yo siempre digo: la Universidad es nuestro primer hogar, pasamos más de 8 horas en el trabajo y llegas a la casa a pernoctar…”.
Es por esta forma de ser y vivir que cuando le dijeron Concurso de Ideas Sustentables puso manos al teclado, y sin pensar mucho digitó una multiplicidad de ideas, generando un pequeño manual con iniciativas simples pero muy efectivas a la hora de ahorrar energía y recursos. “En mi casa me decían si ganas 10, guarda 1; las vacas flacas pueden venir. Siempre se hizo huerta, se criaron gallinas, fui de la generación que no tenía televisión en la casa. Y cuando uno no tiene televisión es más creativa, porque echa el cerebro a pensar”, comenta.
Es así como hace dos años hizo su propia huerta y cursó un taller de huerto orgánico. “En mi comunidad –su barrio– tenemos un lema, que dice Cómete tu jardín, lo que significa que puedes tener una flor, pero también puedes tener una planta para comer”. Cuando el objetivo es consumir alimentos sanos y de paso ahorrar en la compra de los mismos, propone cultivar. “Todos hemos tenido una parrilla; ¿qué hacemos cuando está en desuso?: Pues un buen almaciguero, donde tenemos chalota, perejil y cilantro”.
También ha comprobado las bondades de ocupar los desechos de origen vegetal para compost, reduciendo así lo que se elimina a la basura común. “No olvidar dejar en nuestro lavaplatos una tapa de torta, para el que coma una fruta en casa, se acuerde que las cáscaras no van a la basura, sino que se alimenta a la tierra”. Y si la inquietud es ahorrar luz sugiere implementar iluminación con sistema LED. “En un comienzo pueden ser onerosas, pero sumando el costo después de un año de uso, efectúen el prorrateo”, dice Sandra.
¿Y compartes tus ideas con tus colegas? “He tratado, pero me catalogan con una palabra demasiado extremista que equivale a muy económica –dice riendo–. La Universidad tiene tantos años, es generadora de empleo, somos en parte como el pulmón de Valdivia. Tiene un Jardín Botánico hermoso, donde no se necesita gastar más que un pasaje de micro para venir a pasear, a jugar, comer un helado…La idea es que esto se cuide por generaciones y pueda durar para mis hijos y mis nietos”.
Y con el afán de ser eficiente en el uso de los recursos implementa sus ideas a todo nivel; también en la construcción. “Partí comprando 10 metros de leña, pero dije ¿cómo puedo minimizar este consumo? y fui comprando por año una ventana termo-panel, hasta completar todas; levantando las latas, comprando espuma, protegiendo con plumavit y ya ha disminuido bastante el frío y sólo consumo 6 metros de leña en la actualidad”.
Otras participantes
Jeanette Barichivich, secretaria de la Unidad de Infraestructura, propone reutilizar el agua, para los estanques del baño y otros regadíos. También señala, “deben mostrarse muchas señales éticas para enseñar la cultura del respeto a todo. Lo visual queda porque hace pensar”.
Mientras que María Luisa Contreras, secretaria del Decanato de la Facultad de Ciencias Agrarias, opina que “si la Biblioteca tuviese un laborante para subir la información de los CD de las tesis a la página de la Biblioteca Virtual, se podría ahorrar papel de a lo menos dos tesis impresas”.
Pensando en vincularse con la comunidad, Ruby Paulo, secretaria de la Dirección Museológica, sugiere “organizar una campaña del macetero en la Universidad para evitar botar en la basura los tarros de café que usan las Unidades. Pintarlos y regalarlos a segmentos vulnerables para huertos orgánicos”.