En la Estación Experimental Agropecuaria Austral (EEAA) de la Universidad Austral de Chile se dio inicio oficial al proyecto “Sistema de alerta temprana y monitoreo de estrés calórico para ganado lechero en Chile”, adjudicado por la UACh y apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
La propuesta contempla la creación de un sistema de alerta temprana y monitoreo que permita a los productores conocer, con al menos cinco días de anticipación, el riesgo de estrés calórico para el ganado lechero, tiempo suficiente para que puedan tomar medidas preventivas y minimizar su impacto.
En esta línea, se realizó una ceremonia de lanzamiento del proyecto, la cual contó con la participación de representantes de las instituciones ejecutoras, asociadas y de los gremios regionales, académicos. En representación de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh, asistió la Prodecana, Dra. Carolina Lizana.
En la ocasión, el Dr. Rodrigo Arias presentó los objetivos del proyecto, destacando que surge producto del incremento en las olas de calor que se han evidenciado en el país según se observa en los datos de meteorología de Chile, siendo el caso más extremo el ocurrido en Curicó en 2017, con una duración de 16 días continuos. Además, señaló que cuando realizó la primera evaluación de riesgo de estrés calórico en Chile, hace 12 años, el riesgo se circunscribía solo a la zona central del país. Actualmente, esto ha cambiado sustancialmente tanto por efecto del cambio climático, como también por el mayor potencial productivo de los animales. Por este motivo, resaltó que la idea central del proyecto es que el productor cuente con información local validada como insumo para una toma de decisiones en lo referente a esta temática.
El Dr. Arias también realizó una presentación en la que abordó los principales alcances del estrés calórico en el ganado lechero desde un punto de vista del bienestar, así como también desde el punto de vista productivo y el impacto económico que causa en otros países, destacando los resultados de las investigaciones que él y su equipo han realizado en Chile en torno a esta temática, desde 2008 a la fecha.
Por otra parte, el representante regional de FIA, Patricio Cantos, enfatizó que “el proyecto podrá evitar significativas pérdidas económicas para el sector productivo. Esto se debe a que la anticipación al estrés térmico del ganado lechero es fundamental para evitar que los bovinos reduzcan el consumo de alimento, con una menor conversión, problemas en salud y bienestar animal disminuido, como también actividad reproductiva con problemas de fertilidad, alargue del lapso interparto y disminución de la rumia, entre otras consecuencias”.
El Ing. agrónomo MSc Reinaldo Pinto P., contratado para la ejecución del proyecto, presentó algunos de los resultados parciales de la encuesta (disponible para responder en https://questionpro.com/t/AWIy1ZuKy6) que se está aplicando para conocer la percepción de los productores frente al estrés calórico, correspondiente a la primera etapa de ejecución del proyecto.
En ese contexto, los productores, en su mayoría, consideran que el tema es relevante y manifiestan su interés por contar con una herramienta práctica y sencilla para poder conocer sobre el riesgo de estrés calórico en sus rebaños y así poder implementar medidas de mitigación. Por otra para parte, también manifestaron su interés por capacitarse en esta temática, especialmente en cómo manejar nutricionalmente las vacas bajo estas condiciones.
¿Cuál es el real impacto en Chile?
Junto con ello, se presentaron los resultados parciales en lo que respecta al potencial impacto económico que causa el estrés calórico en cada macrozona lechera del país. Para ello, el equipo colectó datos de 19 estaciones meteorológicas de las distintas macrozonas lecheras para los últimos cinco años. Con esta información se estimaron tres índices de confort termal: índice de temperatura y humedad (THI), THI ajustado por velocidad de viento y radiación solar (THIaj) y el índice integral del clima (CCI).
Los valores de esos índices fueron estimados tanto por hora como el promedio del día. Con esta información, y sobre la base de la metodología propuesta por St-Pierre et al. (2003), se realizó una estimación del impacto económico en base al número de horas que los animales sufren estrés para el período noviembre-marzo de los últimos cinco años, estableciéndose los valores umbrales de THI y THIaj en 65 y en 25 para CCI.
Los resultados hasta ahora analizados indican que existe una gran variación en las pérdidas económicas asociadas al estrés calórico, fluctuando estas entre aproximadamente $10.000 hasta $165.000 en promedio por vaca por temporada para el período noviembre-marzo de los últimos cinco años, observándose una alta variabilidad en función de la macrozona lechera y el año en evaluación. Dicho de otra forma, las reducciones en la producción de leche en promedio fluctúan entre 0,2 a 3,1 L/vaca/día para el período evaluado.