No hay que mirar muy lejos de Valdivia para notar la importancia de los hallazgos arqueológicos y paleontológicos ubicados en Monte Verde (Puerto Montt) y en Pilauco (Osorno), lugares que se han trasformado en íconos de investigación del pasado con importancia no sólo en Chile, sino también en el extranjero.
Entonces cabe preguntarse si en la Región de Los Ríos, que comparte un territorio con sectores de similares características geomorfológicas que la Región de Los Lagos, puede albergar en sus entrañas un potencial de desarrollo paleontológico.
Karen Moreno, investigadora de la UACh y Directora del Magíster Paleontología, es categórica en afirmar que sí, es completamente posible y coloca como ejemplos los restos de Gonfoterio que han sido encontrado en Paillaco, Máfil, Choroico (La Unión) y Lanco entre otras comunas de la Región.
Pero llevar a cabo un proyecto de excavación no es sencillo, porque el Consejo de Monumentos Nacionales requiere de un proyecto de investigación para autorizar la prospección del territorio. Y es en este punto donde se provoca un contra sentido, porque tal y como hoy están concebidos los proyectos de investigación, estos requieren de resultados comprobables y proponer una prospección es como lanzar una moneda al aire, puede que encuentres un tesoro paleontológico, como puede que no halles nada.
La Dra. Moreno explica que todos los fósiles están protegidos férreamente por la Ley. Los fósiles pertenecen al Estado, y es el Estado el que decide a quién conceder los permisos para estudiarlos. Ir a la búsqueda de fósiles libremente se convierte en una acción ilegal, aunque estos fósiles estén en el patio de tu casa. Esto limita el desarrollo del conocimiento patrimonial del país. “De allí que todos los descubrimientos de fósiles o restos sean hallados por casualidad por los dueños de los terrenos o por lugareños, cuyos huesos le pudieron parecer algo extraños”. “Los paleontólogos tenemos las manos amarradas por la Ley, no podemos salir al campo simplemente a mirar”.
La científica expresa que el encuentro de fósiles se hará más recurrentes, porque lentamente el país cuenta con nuevos paleontólogos que conducirán proyectos de investigación y tendrán las competencias necesarias para aquello. “Siempre se compara el nivel hallazgos que suceden en Argentina y si bien el vecino país cuenta con más territorio para buscar, es igualmente destacable el hecho que allá la paleontología en una ciencia mucho más desarrollada, que lleva más un siglo de trabajo y quienes han tenido la oportunidad de conocer sus museos de historia natural pueden dar fe de aquello”.
Humedales al servicio de la Paleontología
Con el correr de los años, los humedales en Valdivia han ganado mayor importancia y también ha despertado mayor preocupación por parte de la ciudadanía. A pesar que hay estudios que revelan su retroceso debido al relleno para la construcción de viviendas, cada día existen más voces desde la academia y la sociedad que buscan su preservación.
Moreno sostiene que los humedales son ambientes ideales para la conservación de restos paleontológicos. “Seguramente la mega fauna, como los Gonfoterios se acercaban a estos lugares en búsqueda de comida. Y si estos animales perecían en el lugar, sus restos fácilmente se habrían preservado debido a la gran cantidad de materia orgánica y la falta de oxígeno del fango, lo que disminuye la proliferación de microorganismos que descomponen y destruyen los huesos”.
Sin embargo, quizás la mayor apuesta paleontológica de la Región de Los Ríos no esté en Valdivia, sino en Paillaco, cerca del Río San Pedro en el sector llamado El Trébol. En el lugar fueron encontrados fósiles de Gonfoterio, pero en su momento la gente se opuso a que los científicos entraran a su terreno. “Si se produjo algún hallazgo, es seguro de debe haber más, porque viene siendo la punta del iceberg, tal como ocurrió en Pilauco en Osorno. Allá fuimos por un Gonfoterio y encontramos más fauna, aves y la clara presencia del ser humano en ese lugar hace 16-14 mil años atrás”.
Gonfoterio
Los restos de Gonfoterio encontrados en Osorno, tienen una datación de hasta 16 mil años y se estima que extinguieron cerca de 10 mil años atrás, se asemejan a un elefante actual. Pertenece una familia emparentada a los Mastodontes en América del Norte y más lejanamente a los Mamut encontrados en Asia.
El gonfoterio tiene molares con múltiples cúspides que al desgastarse dejan plieges del esmalte complejos que se parecen a los pétalos de un trébol. Esta morfología es muy diferente a la encontrada en mastodontes, quienes tienen un desgaste en forma de “8” y mamuts y elefantes actuales que muestran una serie de láminas aplanadas.
En Chile vivieron dos especies de gonfoterios, Cuvieronius hiodon que se distribuyó desde el altiplano Boliviano hacia el sur de Chile y Notiomastodon (=Stegomastodon) platensis que se distribuye en casi todo América del Sur, pero que habría cruzado por un paso cordillerano en la zona central para poblar el sur de nuestro país.
Artículo publicado en el Diario Austral de Valdivia