Estudiantes y docentes del programa de Magíster en Desarrollo Rural que imparten las facultades de Ciencias Agrarias y de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile (UACh) realizaron un conversatorio con organizaciones indígenas, campesinas y de ferias libres para contribuir en la generación de espacios de diálogo horizontales y enriquecedores entre los diferentes actores sociales que componen el mundo rural de la Región de Los Ríos.
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La actividad, titulada Demandas Rurales y Nueva Constitución, fue realizada en la Ruka Comunitaria de la comuna de Paillaco, en el marco del curso Estado, Territorio y Desarrollo en los módulos dictados por los docentes Carla Marchant y Carlos Amtmann, ex Rector de la UACh.
Al encuentro acudieron estudiantes de Paillaco, dirigentes sociales y representantes del municipio. Las exposiciones estuvieron a cargo de Patricio Castro, werkén de la Alianza Territorial Kiñe Rakizuam, María Luisa Pichicona, integrante de la Agrupación de Mujeres Rurales e Indígenas de Paillaco (PAIMURI), Alejandra Solís, también de PAIMURI e integrante de la Articulación Inter-regional de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), y Froilán Flores, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones de Ferias Libres.
“Cuando no tenemos una planificación agrícola, no tenemos una alimentación asegurada”
Froilán Flores valoró que, por primera vez en la historia, exista la posibilidad de generar una nueva Constitución “con nuestra participación”, y destacó la necesidad de lograr una mayor vinculación entre las universidades, productores y comerciantes. “Esta alianza –dijo– debe ser férrea, pétrea, porque nosotros no llegamos, por distintos motivos, a desarrollar nuestras capacidades intelectuales en la universidad, pero tenemos la universidad de la vida, que es tan importante”.
Flores contó que en Chile existen 1.115 ferias libres, las cuales venden el 70% de los productos hortofrutícolas, el 50% de los huevos y el 50% de los pescados y mariscos a nivel nacional. Uno de los problemas que transmitió, como representante de los comerciantes de las ferias libres, es que no están integrados como sector en los planes de desarrollo del país. “No hay planificación de nada en Chile, para mi es una gran bodega solamente, en donde, para la exportación, se exigen niveles de control agrícola muy elevados y para el consumo interno no hay ninguna exigencia y tenemos, por ejemplo, en la sexta región, muchos niños naciendo de cualquier forma, porque no hay un resguardo del medioambiente”, sostuvo.
“Nos enfocamos en el Derecho a la Libre Determinación”
Patricio Castro comenzó su intervención agradeciendo la invitación a esta instancia, para conversar después de tantos años “de no encontrarnos, de no juntarnos, porque es complejo”. “Este sistema nos ha llevado a un individualismo y a una división de nosotros, tanto personal como organizativamente. A propósito del estallido social, tenemos la oportunidad de reencontrarnos, se han hecho cabildos y conversatorios en distintos puntos, y eso es enriquecedor”.
Castro señaló que la alianza mapuche que representa se constituye desde 2014 para convocar y unir a los territorios que están en defensa y recuperación de sus tierras ancestrales, geográficamente desde Loncoche hasta el río Pilmaiquén. “Nos centramos en dos ejes de trabajo, uno son los procesos reivindicativos y, segundo, son los derechos políticos. En tema de derechos políticos nos enfocamos en el Derecho a la Libre Determinación, en cómo, siendo titulares de este derecho, y para hacer un ejercicio efectivo del derecho, constituirnos en un gobierno”.
“Hay que hacer un trabajo muy profundo con la pequeña agricultura”
María Luisa Pichicona contó que no existen garantías ni beneficios para los pequeños agricultores: “Lo que hacemos, lo hacemos porque lo hemos aprendido de nuestros ancestros, de nuestras familias. Con suerte aún conservamos nuestros pequeños campos en los que sobrevivimos (…) Yo digo que sobrevivimos porque hacemos lo que podemos y vendemos nuestros productos, tanto en Valdivia como en Paillaco, pero no se nos paga, por el intermediario, lo que deberíamos ganar por el producto que vendemos”.
La dirigente campesina también comentó sobre el efecto destructivo de las plantaciones forestales, apoyadas por el Decreto Ley N°701 de 1974. “Yo vivo en un pequeño valle, yo le digo el valle de los parientes, porque quedamos muy pocas familias a las que no lograron convencer de vender nuestros campos, pero estamos rodeados de inmensas cantidades de plantaciones forestales”.
En la última intervención, Alejandra Solís comenzó mostrando las banderas de la coordinadora latinoamericana de La Vía Campesina y de ANAMURI, diciendo que es importante ponerse de acuerdo sobre “qué es ser campesino o campesina”. “Hasta ahora, como parte de las definiciones, a través de un trabajo articulado con diferentes organizaciones del campo en el mundo, se establece que campesino o campesina es la persona que interactúa con la naturaleza, que está en constante vínculo con la naturaleza; entonces, no solo tiene que ser propietario, no solamente tiene que ser una persona indígena, sino que además hay una relación asociada a la vida en el campo, que tiene que ver también con la vida de las mujeres que están precarizadas en el campo, como son las temporeras”.
Solís comentó que con ANAMURI ha dado una lucha desde hace 18 años para conseguir normas y hacer que Chile acepte los tratados internacionales. Sobre la nueva Constitución, expresó que debe traer consigo una recuperación del derecho al agua, a los recursos naturales y a la tierra: “Seguro que hay miles de formas para que nosotras, las sin tierra, podamos tener mayor acceso a la tierra, somos quienes finalmente estamos diversificando la vida; y hay un nuevo movimiento, junto a la agroecología, que es una de las esperanzas de mitigación frente al calentamiento global, y esas son cosas que tenemos que establecer en nuestra Constitución sí o sí, no podemos hablar del medioambiente sin poner en la mesa a las y los trabajadores del campo, dignificar el trabajo por sobre todas las cosas”.
Posterior a la ronda de intervenciones, las y los asistentes al conversatorio concluyeron en que continuarán generando espacios de diálogo para seguir compartiendo visiones y así avanzar concretamente en nuevas propuestas de cara al proceso constituyente. En el corto plazo, el grupo de estudiantes acordó redactar columnas de opinión para visibilizar las demandas y proyecciones expresadas por las organizaciones invitadas.