Recientemente se dio a conocer que el Magíster en Educación, Mención Política y Gestión Educativas de la Universidad Austral de Chile fue acreditado por 6 años por la Comisión Nacional de Acreditación (desde Agosto de 2011 hasta Agosto de 2017). Esta acreditación significa una gran logro para la Escuela de Graduados, pues consolida todo el trabajo que académicos e investigadores han estado desarrollando desde sus inicios, en la formación de posgraduados en educación. En relación a este proceso, se entrevistó al Dr. Christian Miranda Jaña, académico e investigador del Instituto de Filosofía y Estudios Educacionales de la Universidad Austral de Chile, quien es actualmente Coordinador de este programa.
¿Qué destaca del proceso de acreditación?
Una de las particularidades que yo puedo recordar es que al momento de ingresar a la Universidad, una de las primeras tareas que se me encomendó fue el diseño y la implementación de un Programa de Magíster en Educación, y a la vez instalar desde el principio la cultura evaluativa, que era un elemento que se estaba desarrollando en la Universidad a través de su Plan Estratégico. Desde el inicio del programa se hizo ver la necesidad de tener una evaluación permanente de todo el proceso, desde el diseño en adelante, diseño, implementación, ejecución y consolidación. Porque éste era un proceso en el que se esperaba que luego de 5 años se iba a entrar a una segunda etapa que era de consolidación, en vías a la creación de un doctorado en educación. Y pieza clave de esa consolidación es la certificación pública de la calidad del proceso, y ahí la acreditación tomó sentido. Y así fue que durante los años 2006 y 2007 se hizo el primer esfuerzo de autoevaluación, originalmente con fines de acreditación, pero una vez desarrollado este proceso, que incluyó la visita de un par evaluador, se consideró que el programa estaba en un estado inmaduro, por ende era pertinente mejorar algunos aspectos curriculares débiles, incluyendo a nuevos profesores y mejorando los cursos electivos, y a partir de eso reiniciar una nueva etapa de autoevaluación, ya con fines de acreditación externa. Y así fue como entre los años 2009 y el 2010 se ejecutó nuevamente el proceso, esta vez sí con fines de acreditación ante la Comisión Nacional de Acreditación de Chile. Y ese fue el proceso en el cual participó un comité permanente de profesores, integrado por Iván Oliva, Héctor Pérez, Marcelo Arancibia, Sergio Toro, más un grupo de estudiantes, y esto es muy importante para el proceso, la participación activa de los estudiantes de las distintas promociones del Magíster del 2006 en adelante, donde hay un compromiso real, de participación en las reuniones. Entonces tanto los estudiantes como los profesores siempre han vivido la acreditación como parte del Magíster, es considerada parte del desarrollo mismo del Magíster, no es una instancia ajena. Yo creo que ese es un gran valor, se instaló en el ADN del programa este esfuerzo por la cultura evaluativa.
¿Cuáles son las fortalezas del Magíster en Educación de la UACh que permitieron que se acreditara por 6 años?
Yo creo que una de las claves de la acreditación, junto con el compromiso de los colegas, es la participación real y constructiva de los estudiantes en el proceso de la acreditación. ¿Por qué el Magíster se acreditó, y por qué por 6 años? Yo creo que son muchos factores, algunos institucionales. Yo creo que el estar bajo la tutela de la Universidad Austral de Chile, que tiene prestigio internacional, es un tema que tiene un precio importante, junto con el hecho de que la propia institución tenga una unidad de autoevaluación es tremendamente importante, porque uno sabe dónde dirigirse cuando tiene dudas y eso es fundamental en un proceso como éste.
Otro elemento tiene que ver con la Escuela de Graduados. Creo que la labor tanto de Juan Carlos Skewes como la de Rodrigo Browne a la cabeza del comité, como de los propios colegas integrantes del comité en el proceso de acreditación, nos entregaron buenos ejemplos de cómo desarrollar el proceso, recuerdo a Claudia Rodríguez, Carlos Amtmann, el propio Rodrigo, Luis Cárcamo, perdón si se me escapa alguno, pero esos son los colegas que siempre me mantenían informados de cómo iban los procesos de sus programas de Magíster y ellos querían apoyarnos también en nuestro proceso, estoy seguro.
Yo creo que internamente en el programa, las principales fortalezas tienen que ver con el compromiso de los colegas, a todos nos interesa el Magíster, de hecho el Magíster es un plaza estratégica del área de educación. Los colegas lo entendieron así en su momento y yo nunca me vi solo en esta tarea. Así que yo delego en ese compromiso de los colegas el corazón de la acreditación, junto con la participación activa y permanente de los estudiantes. Un momento donde se pudo observar fue en la visita del par evaluador, donde en medio de la toma del puente, ellos cruzaron y llegaron de forma masiva, cerca de 25 estudiantes, y gente de fuera de Valdivia, de Futrono, de Puerto Montt; entonces ahí uno observa el compromiso real de la gente por el programa. Son una suma de factores, junto a la Sra. Elizabeth, que es pieza clave en todo este andamiaje, tal vez no directamente relacionado con la acreditación, así como Anyulina, pero son personas que nos colaboran permanentemente. Y yo creo que este es el resultado de un actividad de personas que ha llegado a buen puerto y que se constituye en un elemento central de la propia comunidad de aprendizaje. Y esta acreditación no nos sorprende y da muestras de que hemos ido madurando como programa y que el equipo que lo desarrolla está tomando fuerza, que eso es lo más importante.
¿Cuáles son los nuevos desafíos y las proyecciones que se plantea el Magíster en Educación?
Yo creo que son tres los desafíos, el primer desafío para mí es expandir el programa, en cuanto a la participación de estudiantes de otras zonas del país, el ingreso de más estudiantes internacionales, y eventualmente llevar el programa a otras zonas, principalmente Puerto Montt y Coyhaique, que siempre nos están pidiendo que el programa vaya a dictarse allá, porque la Universidad tiene presencia en esos lugares, pero nos hemos restado, para primero consolidad lo que tenemos en Valdivia, y luego, en una segunda etapa, expandirnos. Por lo tanto, para mí, un primer desafío es ampliar la cobertura.
Un segundo desafío importante tiene que ver con ir consolidando líneas de trabajo científico y pedagógico a las bases de las tesis de grado. El programa partió con una idea que era desarrollar investigación con aplicabilidad concreta a través de proyectos de intervención educativa, eso se ha venido desarrollando, pero de manera bastante acotada. El gran esfuerzo ha estado vinculado a las tesis de grado, pero estas no tienen todavía una orientación permanente, una política de investigación del programa. Yo creo que el segundo desafío es consolidar líneas de investigación o de trabajo concreto en dirección al aula o a las políticas públicas, que hagan del programa de Magíster ya no solo un conjunto de tesis vinculadas a distintas áreas, sino que realmente contribuyan focalizadamente a las políticas públicas y a las prácticas pedagógicas desde un ámbito concreto, que puede ser la formación permanente de profesores, el desarrollo rural en el ámbito educativo, etc., pero tiene que consolidar líneas de trabajo, de cara a la propia capacidad que tiene el programa, a través de los proyectos Fondecyt que se adjudican sus profesores.
Y el tercer gran desafío del programa es cumplir lo que se planteó desde sus inicios, que se llegue a constituir en un referente para la facultad y pensar con osadía en un doctorado en educación. En ese sentido yo lo veo en un gran proyecto de más larga duración, una vez alcanzada una cobertura institucional, luego avanzadas líneas de trabajo más consistentes desde el punto de vista científico y pedagógico, proyectar este Magíster en un doctorado, porque el país lo necesita.
Por último, quiero expresar un profundo agradecimiento a todos los colegas, a los estudiantes y a los administrativos que han apoyado mi gestión en el programa. Yo siempre me sentí muy apoyado, siempre hay una sonrisa, un aliento, una palabra de todos los integrantes, y eso para mí ha sido muy enriquecedor, y si esta gestión ha ido avanzando en el logro de los objetivos que se ha ido trazando es fundamentalmente porque ha contado con gran apoyo de parte de las personas y de la propia institución. Yo creo que es importante seguir comprometidos con el Magíster, es un paso importante la acreditación, pero es un medio para un fin mayor. El Magíster que esta área cobija debe lograr mayores compromisos, limar algunas asperezas y posicionarse en las áreas que la facultad defina como prioritarias en la siguiente coyuntura. Y además es importante desarrollar políticas institucionales que favorezcan el desarrollo del postgrado en la Universidad. Porque de la experiencia de los programas de nuestra facultad, la Universidad debiera nutrirse mucho más. Yo creo que la tarea del Magíster, de la Escuela de Graduados y de la Facultad es posicionarse en los temas científicos y en la línea de avanzada de la investigación en la Universidad.