Aun cuando el acceso es restringido para funcionarios e investigadores que trabajan en las instalaciones en los campus Isla Teja y Miraflores, y no se permite el acceso a personas que no sean de la comunidad universitaria, cada semana se observan contenedores colapsados y entorno sucio en los puntos de reciclaje, de acumulación y papeleros.
En estos lugares se advierte que algunos usuarios no hacen manejo adecuado de sus residuos al momento de desecharlos, dejando bolsas fuera de contenedores, bolsas abiertas, residuos sin bolsa afuera de éstos y cajas de cartón no desarmadas, entre otras.
Entre los desechos figuran mascarillas y guantes, que si bien es comprensible que su uso haya aumentado por la pandemia de COVID-19, es necesario desecharlos de manera segura: en bolsas con doble nudo y dentro del contenedor de residuos generales.
Éstas y otras prácticas no sólo entorpecen el trabajo planificado que realiza la Unidad de Gestión Ambiental, también pone en riesgo la salud del personal que hace la recolección. A la situación de riesgo descrita se suma la que representa colapsar los puntos limpios rodeándolos de desechos que quedan al alcance de perros que eventualmente pueden desparramarlos, ocasionando con esto un impacto ambiental y aumento del riesgo y trabajo para los funcionarios que deben hacer aseo y recogida de los residuos.
Para María Ema Hermosilla, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad Austral de Chile, es muy importante continuar reforzando desde las jefaturas y transversalmente la necesidad de actuar responsablemente y con empatía en este problema.
“En la UACh esto ya debería ser un tema superado y debemos ser un ejemplo para el resto de la ciudad. Ante el cambio a fase 2 a partir del lunes pasado, situación que aumenta el número de personas circulando, será necesario tomar todas las medidas de prevención para este problema. Las jefaturas y encargados de unidades deben asegurar proveer los elementos para la eliminación segura de residuos y verificar cumplimiento de procedimientos en sus unidades”, indicó.
“Estas situaciones también exponen a la Universidad a multas o sanciones de parte de la autoridad sanitaria por el incumplimiento de las condiciones sanitarias básicas para los lugares de trabajo, como así también como parte de las medidas a adoptar para la prevención y reducción del contagio del COVID-19”, dijo Mario Monroy, Jefe del Departamento de Prevención de Riesgos de la UACh.
Para el Dr. Javier Ojeda, Director del Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias en la Facultad de Ciencias Veterinarias, no existe una cultura en relación a la adecuada disposición de la basura en lugares que son comunitarios. “Yo muchas veces he tenido discusiones de que una cosa es reciclar y otra es ir a dejar la basura”, apuntó.
En cuanto a los residuos que son biológicos, señaló: “Debe haber un manejo bastante acucioso de todos los elementos que hoy día exponen a riesgo de contagio por COVID. Aun cuando sabemos que el principal foco de contagio es el directo, el hecho de tomar elementos contaminados y llevar las manos a la cara, a la boca o a los ojos, puede generar un contagio. Desde ese punto de vista, el manejo adecuado de los residuos disminuye los riesgos, en este caso para aquellos que tienen acceso a basura que otra persona está generando”.