En sus elevaciones extremas de más de 6 mil metros sobre el nivel del mar, los expertos habían llegado a la conclusión de que la vida de los mamíferos simplemente no era posible. Pero, a través del artículo publicado en la revista científica Current Biology, titulado «Perspectivas genómicas sobre el misterio de las momias de ratón de las cumbres de los volcanes de Atacama”, se dio a conocer el hallazgo de ratones momificados en esos duros entornos que amplían los límites fisiológicos de la vida de los vertebrados en nuestro planeta.
El Dr. Jay Storz, autor principal y biólogo de la U. de Nebraska, Estados Unidos, indicó que “lo más sorprendente de nuestro descubrimiento es que los mamíferos podrían estar viviendo en las cumbres de los volcanes en un ambiente tan inhóspito, parecido al de Marte”. En esta línea, agregó que “los alpinistas bien entrenados pueden tolerar elevaciones tan extremas durante un intento de cumbre de un día, pero el hecho de que los ratones vivan en tales elevaciones demuestra que hemos subestimado las tolerancias fisiológicas de los pequeños mamíferos”.
El Dr. Guillermo D’Elía, académico del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, quien integra el equipo de investigación, explicó que su trabajo estuvo abocado a la identificación de los animales y diseño de la investigación, agregando que «esta publicación es parte de una serie de estudios, algunos ya publicados y otros que están en desarrollo, sobre los ensambles de mamíferos de alta montaña; las adaptaciones que les permiten vivir a gran altura, y sus similitudes, diferencias y relaciones con la fauna de elevaciones más bajas».
Asimismo, el Dr. D’Elía, que forma parte del cuerpo académico del Magíster en Ciencias mención Genética y del Doctorado en Ciencias mención Ecología y Evolución de la UACh, destacó que un aspecto importante es que todos estos ejemplares estudiados forman parte de la Colección de Mamíferos de la Universidad Austral de Chile.
“Se trata de la colección más numerosa del país y mantiene estándares internacionales de preservación. Cuenta con alrededor de nueve mil especímenes preservados de distintas formas, incluyendo cráneo, esqueleto y piel y/o fluidos. La mayor parte del acervo consiste en ejemplares de marsupiales y roedores de Chile, y cuenta con alrededor de dos mil muestras de tejidos blandos almacenados para análisis moleculares”, detalló.
Momias de ratón
El hallazgo de la primera momia de ratón se dio por casualidad en la cima del volcán Salín cuando tropezaron con el cadáver disecado al borde de un montón de rocas. “Cuando mi compañero de escalada y yo empezamos a buscar entre el resto de las rocas, encontramos siete momias más en la misma cima”, recuerda Storz.
Luego, comenzaron a buscar sistemáticamente en las cumbres de todos los volcanes andinos. En total, han encontrado 13 ratones momificados en las cumbres de múltiples volcanes con una elevación superior a los 6 mil metros. En algunos casos, las momias iban acompañadas de restos esqueléticos de muchos otros ratones.
La datación por radiocarbono mostró que los ratones momificados encontrados en las cumbres de dos volcanes tenían como máximo unas pocas décadas de antigüedad. Los de un tercer sitio eran más antiguos, estimados en 350 años como máximo. El análisis genético de las momias de la cumbre demostró que representan una especie de ratón con orejas en forma de hoja llamado Phyllotis vaccarum (ratón orejón), que se sabe que se encuentra en elevaciones más bajas de la región.
Según lo explicado por Guillermo D’Elía, las cinco especies de mamíferos con mayores registros de altura en el mundo son Phyllotis vaccarum (6739 m); Abrothrix andina (5837 m), Punomys lemminus (5461 m); Phyllotis chilensis (5221 m); y Akodon albiventris (5221 m). “Los cuatro primeros son registros basados en especímenes de Chile y el último en ejemplares de Bolivia. Todos estos registros son fruto de nuestro trabajo”, precisó el investigador.
«Además de descubrir que vivieron a elevaciones impensadas poco tiempo atrás, estamos tratando de indagar qué características fisiológicas, si es que hay, les permitieron sobrevivir y funcionar en condiciones de bajo oxígeno, así como también aspectos relacionados con su alimentación», detalló el académico de la UACh.
Nuevas interrogantes
El hallazgo ahora plantea preguntas importantes, incluyendo cómo los mamíferos pueden vivir en un mundo árido de roca, hielo y nieve donde las temperaturas nunca superan el punto de congelación y hay aproximadamente la mitad del oxígeno disponible al nivel del mar. No está claro por qué los ratones habrían subido a tales alturas. Hace más de 500 años se sabía que los incas realizaban sacrificios humanos y animales en las cumbres de algunos picos andinos. Sin embargo, los investigadores señalan que los ratones momificados de las cumbres de los volcanes no podrían haber sido transportados allí por los incas, dado que ninguno tiene la edad suficiente para haber coexistido con esos rituales.
El estudio contó con la participación, además, de los doctores Schuyler Liphardt, Marcial Quiroga-Carmona, Naim Bautista, Juan Opazo, Timothy Wheeler y Jeffrey Good.