Chile es uno de los países más envejecidos de Latinoamérica. Ésta es una de las frases más utilizadas para graficar nuestra realidad demográfica; un desafío para algunos, un problema para otros, aunque para mí es una oportunidad. En términos concretos, se espera que para el año 2025 las personas mayores alcancen el 20% de la población del país. En nuestra región, de acuerdo con la encuesta CASEN (2020), las personas mayores representan 19,6 % de la población, estando sobre el promedio nacional.
Hace 33 años -en 1990- la ONU designó el primero de octubre como el Día Internacional de las Personas Mayores con la finalidad de priorizar, promover, proteger y garantizar los derechos humanos, la dignidad y libertades de las personas mayores. Es así como los Estados asumen la responsabilidad de proveer medidas y acciones para garantizar un envejecimiento saludable, revalorizando el rol de las personas mayores en la comunidad. Es aquí donde nace la oportunidad de crear una sociedad para todas las edades, potenciando la solidaridad intergeneracional.
Porque el problema no es envejecer, el problema es hacerlo en una sociedad que discrimina, desvaloriza y no asume el paso de la historia, de su propia historia personal. Pero ¿cómo se logra el cambio? No creo que exista una sola respuesta, es la suma de acciones que promuevan la participación activa y significativas de todas las personas, pero principalmente de las personas mayores. Es el cambio en la actitud, en el trato, en el lenguaje, en la visión, cuando dejemos de usar el “viejo” como un insulto, cuando logremos que comprender que no todas las personas mayores son “abuelos”, cuando comprendamos que lo que se necesita es una sociedad que proteja el buen envejecer y no que limite las libertades al sobreproteger, ocurrirá el cambio y todos nos veremos beneficiados.
Con la finalidad de promover el envejecimiento saludable, en un marco de derecho y en respuesta a las necesidades sentidas de las personas mayores- en alianza con Alumni UACh- se realizará el primer ciclo de charlas en torno a salud, bienestar y derechos de las personas mayores.
Mi invitación es que se conmemore y celebre a las personas mayores de forma activa y participativa, reflexionemos sobre cuáles son nuestras creencias en torno a envejecer, como me gustaría ser tratado y que, finalmente, cambiemos el “no estás en edad para eso” por el “estás en edad de…”.