Katiushka Sanhueza Ramírez llegó desde el Liceo Alberto Blest Gana de Los Lagos a la Universidad Austral de Chile (UACh) a estudiar Licenciatura en Ciencias con mención en Biología. Esto tras participar en su establecimiento educacional desde tercero medio del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE). Programa que desde su comienzo ha ayudado a ingresar más de mil 700 jóvenes a la educación superior desde el 2017 a la fecha, teniendo para la admisión 2023 un total de 389 cupos de acceso directo en 73 carreras en la sede: Valdivia, Puerto Montt y Campus Patagonia Coyhaique.
La actual licenciada en ciencias, profesora de biología y ciencias naturales, se encuentra cursando un Doctorado en Ciencias Médicas del Instituto de Anatomía, Histología y Patología, perteneciente a la Facultad de Medicina de la UACh. Su anhelo es desarrollarse como investigadora del área clínica para poder comprender y contribuir con conocimientos para hacer frente a problemáticas de salud a nivel nacional e internacional.
“Éstos se evocan a poder retribuir a la sociedad porque al final del día, cuando uno hace ciencia, es fácil perder el foco de por qué estamos haciendo lo que hacemos. Puede que un doctor o un postdoctorado sea muy experto en su área, pero si no somos conscientes que detrás de los conocimientos que generamos en un laboratorio hay familias esperando curas para enfermedades, ser experto en una temática no nos sirve de nada. Mi objetivo es sacar la ciencia de los laboratorios y llevarla a las comunidades, motivo por el cual me gustaría desarrollarme en la divulgación científica con el fin de hacer un vínculo entre la academia y la comunidad”, sostuvo.
Programa PACE
Respecto a su opinión del programa PACE, Kastiushka sostiene que cumple un rol social importante en la comunidad educativa. “El PACE nos entrega de alguna forma la igualdad de oportunidades para poder generar una sociedad más equitativa donde nuestras y nuestros estudiantes de enseñanza media tengan la posibilidad de poder desarrollar su máximo potencial y no vean truncados sus sueños frente a momentos tan aleatorios de nuestras vidas como son las pruebas de acceso a la educación superior”, dijo.
“Por mi parte participé de diversas intervenciones que el programa realizó en mi establecimiento educacional, como charlas vocacionales y de autoconocimiento. Cuando me gané el cupo PACE participé tanto de las tutorías académicas ofrecidas por el programa, como también de los talleres de manejo del estrés, de organización de tiempos de estudios, entre otros”, comentó.
“Y el cuarto año de Universidad comencé a participar como tutora directamente en el programa. Ese tipo de apoyo un poco invisibilizado en la Universidad es muy importante y potente para mantenerse en ella. Y en este sentido creo que el programa PACE busca realmente ser ese apoyo para sus estudiantes”, agregó.
Sobre su actual situación profesional y académica, Katiushka considera ser un ejemplo del fruto de años de trabajo del equipo del programa PACE. “Soy un ejemplo de la viva imagen que le dice a los nuevos estudiantes del programa que sí se puede, que hay esperanzas y que en el fondo los resultados de una evaluación no pueden definir tu futuro, si no que éste lo construyes tú en base a tu esfuerzo y tu perseverancia. Por lo tanto, nunca hay que dudar de nuestras capacidades para acceder a la educación superior porque la Universidad a fin de cuenta no está hecha para gente inteligente, está hecha para gente esforzada que no se rinde ante la primera adversidad”, finalizó.