Un estudio publicado en la revista Frontiers in Plant Science caracterizó genéticamente ejemplares del Grupo Chilotanum. Destacan que la alta capacidad antioxidante de su piel y pulpa y su gran resistencia a enfermedades y al estrés podrían ser un aporte al cruzarlas con variedades comunes.
El estudio fue realizado por investigadores de las universidades Andrés Bello y Austral de Chile (UACh), el Instituto Fraunhofer IME y Fraunhofer Chile.
Las papas nativas chilotas podrían ser la base de nuevas variedades de este cultivo, aportando características de alimento funcional e importantes beneficios para la salud por su alto contenido de antioxidantes.
Así se desprende de un estudio publicado esta semana en la revista Frontiers in Plant Science que releva el potencial que tienen estas pequeñas papas cuya piel y pulpa destacan por sus tonalidades amarilla, naranja, rosada, púrpura y violeta.
Los autores —de la Universidad Austral de Chile (UACh), el Centro de Biotecnología de Sistemas de la U. Andrés Bello (CSB-UNAB), Fraunhofer IME (Alemania) y Fraunhofer Chile— hicieron una caracterización genotípica y fenotípica de papas del Banco de Germoplasma de Papas de la UACh, correspondiente al Grupo Chilotanum, provenientes de Chiloé, uno de los seis subcentros de origen de la papa.
El tubérculo, originario de América del Sur, es uno de los cuatro cultivos alimenticios más importante a nivel mundial en términos de consumo y producción.
“Conocer y utilizar los recursos genéticos de alimentos ancestrales es un ámbito de la ciencia que ha cobrado gran relevancia, pues está permitiendo recuperar y producir alimentos con mayor contenido de nutrientes y características funcionales beneficiosas para la salud humana”, explica Anita Behn, académica del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal (IPSV) de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias (FCAA) de la UACh y encargada del Banco de Germoplasma de Papas de la casa de estudios.
Las papas pigmentadas —como las chilotas— son particularmente atractivas por su abundancia de polifenoles y antocianinas, antioxidantes que tienen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y hepatoprotectoras, y se asocian con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y diabetes y tienen propiedades antivirales y antimicrobianas, entre otras.
La Dra. Carolina Lizana, Prodecana de la FCAA y co-autora de la publicación, indica que el estudio contiene la primera caracterización del contenido y perfiles de antocianinas del banco de germoplasma de papas nativas de Chiloé, asociándolo con la pigmentación de los tubérculos. «Esta caracterización es esencial para la selección de genotipos con propiedades específicas, basadas en su perfil antioxidante».
Alta resistencia
Los investigadores categorizaron las papas según el color de su piel y el de su pulpa, para luego analizar su contenido de antioxidantes.
Derie Fuentes, investigador principal del Centro de Biotecnología de Sistemas de la UNAB, comenta que “la actividad biológica de los polifenoles de la papa nativa chilota podría ayudar a diseñar nuevas variedades con numerosos beneficios para la salud, y que también podrían aplicarse en la industria farmacéutica, así como en la nutracéutica”.
Las mayores concentraciones de polifenoles y antocianinas se encontraron en papas con piel negruzca y pulpa púrpura, las que superaron en más de 3 mil veces el contenido de antocianinas de papas de pulpa color crema.
En tanto, las papas con pulpa de color entre rojo y púrpura tuvieron concentraciones de antocianinas “siete veces superiores a las encontradas en los tubérculos con pulpa de color entre blanco y amarillo intenso”, plantea el estudio.
Sus autores destacan que las papas nativas chilotas pueden cruzarse fácilmente con variedades comunes de papa y presentan una alta resistencia a las enfermedades y al estrés.
“Esto, junto a su alto contenido en polifenoles y antocianinas, las convierte en un subgrupo con gran potencial de mejora genética para diseñar nuevas variedades de papa con beneficios para los requerimientos nutricionales de las personas y para la salud de las plantas”, destaca la investigación.
Estudio publicado en Frontiers in Plant Science: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpls.2022.1045894/full?&utm_source