Tras finalizar estudios de Doctorado en Montana State University (MSU), el Dr. Ernesto Moya Elizondo, se reincorpora al cuerpo de académicos del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.
El Prof. Moya es Ingeniero Agrónomo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Magíster en Ciencias Vegetales con mención en Fisiología y Producción de Cultivos.
Recientemente, concluyó su Ph.D. en Plant Sciences opción Plant Pathology (Fitopatología) en MSU en Bozeman, Montana en los Estados Unidos, en donde además fue reconocido con el E. L. Sharp Award, por su trabajo doctoral.
Las áreas de investigación del docente son la fitopatología con énfasis en control biológico vinculado al uso y aprovechamiento de microorganismos en aplicaciones agrícolas.
“Creo que estoy en una etapa de adaptación a la vida en el sur de Chile y a la mecánica de trabajo que tiene la Facultad. Estoy altamente motivado en poder trabajar en proyectos multidisciplinarios, que permitan la interacción entre colegas de distintas áreas de investigación y/o facultades”, cuenta el Dr. Moya.
Para el académico, el ser parte de esta universidad, le permitirá aportar con sus conocimientos en la estructuración de estrategias de innovación y desarrollo en el Instituto, a través, de la docencia e investigación en áreas asociadas a la biotecnología, la microbiología y especialmente la fitopatología agrícola.
Líneas de Trabajo
Para el Dr. Moya, la Región de los Ríos tiene un potencial “enorme” para realizar investigación en el área de microorganismos con aplicaciones agrícolas, dada la valiosa biodiversidad vegetal y microbiológica existente en el sur de Chile, que son una fuente inmensurable de oportunidades para realizar investigaciones científicas.
Una de las líneas de investigación que espera desarrollar es el área de evaluación de resistencia sistémica adquirida, a través, del uso microorganismos bacterianos y su evaluación por medio de técnicas moleculares o ensayos enzimáticos.
Lo anterior – explica- pensando que el Consorcio Internacional de Secuenciación del Genoma de la Papa (PGSC, Potato Genome Sequencing Consortium) tiene como objetivo elucidar la secuencia completa del ADN de la papa para fines del año 2010.
Para ello espera aprovechar el Banco Genético de Germoplasma de la Papa que posee la UACh, pues en éste se conservan varias accesiones de papa de origen nativo con una alta diversidad en comparación a los cultivares europeos de papa.
“Lo cual evidencia el alto valor estratégico que posee para el mejoramiento del cultivo de este tubérculo, y sumado al abanico de posibilidades que surgen al desarrollarse tecnologías como microarreglos (“microarrays”) para evaluar el genoma de la papa” explica el investigador.
Agrega que dicha tecnología “permitirá estudiar y facilitar la identificación de genes de resistencia a enfermedades y/o genes involucrados en respuestas a la infección de los patógenos de este cultivo, pero también será útil para evaluar genes inducibles a través de microorganismos benéficos o compuestos químicos que gatillan respuestas de resistencia sistémica en la planta”.
Por último indica, que durante el segundo semestre participaré junto a las Profesoras Nancy Andrade y Laura Böhm de los curso de Fitopatología y Fitopatología Agrícola, y espero pronto comenzar a trabajar en tesis y proyectos con alumnos de pre y postgrado.