“Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias unas anchas hojas, y por caravanas unas fucsias rojas”. Así lo plantea un poema de Gabriela Mistral que habla de esta época de enorme belleza en la cual comienzan a aparecer días más soleados y se generan más espacios para salir de casa y realizar actividades recreativas en parques, playas y terrazas, por dar algunos ejemplos.
No obstante, según explica el doctor Marcelo Gotelli, psiquiatra y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, este período de florecimiento y nacimiento exuberante puede contrastar con un «despertar» no sincrónico por parte de las personas. “Esta desincronización de lo exterior con lo interior (discronobiología) está a la base de muchas patologías de salud mental. Sumado a lo anterior, el cambio de estación a primavera presenta mayor inestabilidad en el ambiente y eso puede producir mayor inestabilidad en nuestro interior (por ejemplo, el cambio del clima, el cambio en la luminosidad, y además se agrega el cambio horario, entre otros)”.
Brecha entre lo interior y exterior
Según explica el también Director de la Alianza Chilena contra la Depresión, un entorno primaveral (vida exterior) que cambia rápidamente no siempre va seguido de un cambio sintónico de nuestro organismo y nuestra vida interna. “Esta diferencia puede generar mucho estrés. Una persona puede estar deprimida en invierno y de pronto la primavera con muchos cambios de colores, movimiento, vida intensa, pajaritos, amor, etc., y un sinnúmero de simbolismos de florecimiento puede contrastar muchísimo con una vida psíquica interna muy apagada, deprimida o desesperanzada que en ese momento la persona puede estar viviendo. Esta brecha entre lo que se vive interiormente y lo que ocurre fuera puede aumentar la desesperanza si la persona está con pensamientos negativos”.
El especialista indica que éste es el caso de la enfermedad bipolar, que es de gran componente hereditario y que en primavera produce crisis con bajo ánimo, de cambio muy brusco y sin motivo aparente. “En ocasiones estas crisis pueden estar acompañadas de pensamientos suicidas. Otras veces en esta misma enfermedad el cambio anímico es hacia arriba, con euforia, aceleramiento y pensamientos o ideas grandiosas, acompañadas de gran locuacidad y fluidez en el habla, con una característica baja necesidad de sueño. Muchas veces en estos estados la persona no duerme durante varios días. Esta enfermedad afortunadamente tiene tratamiento médico, sin embargo, por desconocimiento muchas veces las personas no se tratan o estigmatizan esta condición de salud”.
Un aspecto no menor es el hecho de que en primavera en nuestro país y en muchas culturas coinciden con periodos de fiestas, y es frecuente que se incremente el consumo de alcohol y drogas, aumentando las vulnerabilidades en salud mental.
¿Qué problemas de salud mental pueden aparecer o se intensifican? “Los problemas de salud mental que más se relacionan a la primavera son los trastornos anímicos. Éstos son depresión, trastorno bipolar y ciclotimias en general. Nos podemos informar acerca de estas enfermedades del ánimo en www.achiduach.cl o en www.sochitab.cl”, comenta el académico UACh, quien también es Jefe de la Unidad para la Atención de Personas con Intento Suicida del Hospital Base de Valdivia.
Recomendaciones para afrontar la nueva estación
El especialista menciona que en los cambios de estación hay que estar atentos a los cambios de ánimo, especialmente si se asocian a cambios en la calidad de sueño. Si el sueño, el apetito, la líbido sexual o el ánimo se altera bruscamente en primavera son señales de cambios biológicos internos que podrían desencadenar o estar a la base de un trastorno de la afectividad. En este sentido, es muy importante informarse y tomar conciencia que las enfermedades de salud mental sí existen y se diferencian de los cambios adaptativos normales. A su vez, muchas de ellas son hereditarias y si se tiene dudas siempre es mejor consultar al médico.
En cuanto a la prevención, al igual que con otra enfermedad, una vida con tiempos equilibrados de ocio (8 hrs.), de trabajo (8 hrs.) y sueño adecuado (8 hrs.) ayudan significativamente a prevenir.
También es importante pasar tiempo al aire libre, moviéndose o haciendo algún ejercicio, además de una alimentación equilibrada que contenga todos los nutrientes, evitando azúcares, harinas refinadas y frituras, prefiriendo el consumo de frutas, verduras, legumbres y lácteos, acompañado de pequeñas cantidades de carnes, pescados y mariscos, pues ayudan a mantener una buena salud mental. Se sabe que los frutos secos y aceites de pescado son especialmente favorables para proteger la salud mental por su alto contenido en Omega 3.
En cuanto al tiempo libre, “el equilibrio entre atender tus responsabilidades y preocupaciones y a la vez tener tiempo para desatenderlas y vivir el momento, son parte de una adecuada salud mental. Si tienes preocupaciones y las tomas siempre en cuenta no tendrás descanso y puede resultar agobiante y a la vez si no las tomas en cuenta se te acumularán los problemas y procrastinarás o terminarás agobiado de un momento a otro, haciendo tu vida muy inestable”, plantea el académico UACh.
Lo recomendable es dejar tiempos mejor delimitados para ambos estados mentales, vinculado con las preocupaciones y proyectos que vienen de la historia personal y el presente, pero a la vez conectado con las cosas simples y triviales de la vida que otorguen descanso y buenos momentos.
Riesgos de alcohol y drogas
Muchas veces esto de desconectarse se asocia a consumo de alcohol o drogas, sin embargo, son un arma de doble filo. El psiquiatra asegura que “al ser sustancias adictivas pueden dejarte desconectado y perdido por más tiempo del que quisieras y claramente se asocian a problemas de salud mental más graves, es decir, más que mejorar tu condición más temprano que tarde la empeorarán. Las drogas y el alcohol tienen un efecto deletéreo sobre el sistema nervioso, y en términos concretos producen daño o muerte neuronal. Si tienes una condición de salud mental a cuidar no uses drogas, y si ya las usas intenta dejarlas y apóyate con profesionales”.
Es muy frecuente observar en el periodo universitario el consumo de drogas experimental, así como varias otras experiencias. El problema es que muchas drogas no dan tiempo de solo experimentar, por lo que algunas atrapan rápidamente sobre todo si la persona está vulnerable. “En la universidad muchas veces estás más vulnerable por el estrés académico y socioeconómico. Mi consejo sería que si te vas a desordenar que sea un poco, es decir, intenta hacerlo siempre manteniendo el control. Esto quiere decir lucidez, bajo tu decisión no influenciada, en espacios protegidos y nunca con drogas duras. Prefiere bebidas alcohólicas suaves, no destilados y solo consúmelas si no te hacen mal. Aquí respetar la relación con tu propio cuerpo, y aceptar tu vulnerabilidad es parte de la maduración y el crecimiento”, propone el profesional.
A juicio del doctor Gotelli, hay quienes se demoran más en este proceso o bien porque su autoestima es muy elevada o bien porque es muy baja, o a veces un poco de ambas a la vez en diferentes aspectos de la vida. Esto tiene que ver mucho con el poder en sus diferentes formas. “Aquí lo que yo diría sería más amor y menos poder, o bien mayor aceptación y menos omnipotencia. Vale la pena reflexionar sobre estos aspectos de nuestra vida psíquica interna y equilibrarlos”.
Buen uso del tiempo libre
Volviendo a la idea de no pensar demasiado porque todo extremo es vicio, practicar cualquier actividad que haga estar enfocado y no pensando tanto en otras cosas ayuda mucho. Para el académico UACh, en esto no se trata incluso de no pensar en otras cosas sino más bien que estas cosas en las que piensas tomen un lugar adecuado. “Por ejemplo, cuando estás pintando un mandala o jugando a la pelota o haciendo alguna manualidad estarás más enfocado en esa actividad que en tus pensamientos”.
Si los pensamientos persiguen demasiado a una persona, un ejercicio que puede servir es destinar dos momentos del día que no duren más de 15 minutos en pensar todas las cosas «negativas o molestas o preocupaciones» que uno tenga y anotarlas, para luego continuar con el día ocupado en otras cosas. “Intenta hacer esto, ya que intentar acercarte a tus pensamientos pueden paradójicamente alejarlos. Preferentemente no hagas esto de noche. Estos momentos delimitados ayudan a ordenarnos, a mirar los problemas, pero no a vivir aproblemados. Si en estos espacios de reflexión alguno de estos problemas te sobrepasa, es muy importante reconocerlo, muchos problemas pueden sobrepasarnos y es sano reconocerlo y compartirlo con otra persona. Si te lo guardas puede ser que siempre sigas pensando lo mismo una y otra vez, o bien será difícil que tú por ti mismo cambies de perspectiva, pero si lo compartes con otra persona no necesariamente un conocido o cercano; a veces puede ser necesario alguien que esté más libre de prejuicios. Si haces eso aparecerán más perspectivas y esto ayudará muchas veces a resolver el problema o bien a sentirte acompañada/o y tolerar mejor las dificultades o incertidumbres que la vida puede ofrecernos”, destaca el profesor UACh.
En este último sentido desarrollar actividades fuera de casa aumentará la socialización y establecer relaciones de amistad y de confianza es muy protector para la salud mental. Si esto no se produce con una persona, no está en el momento indicado o no es la persona adecuada para acompañar en esa experiencia y/o en ese momento, pero no quiere decir que alguien esté mal en querer compartir o buscar acompañamiento. “A veces te pueden hacer sentir mal por hacerlo, y vale la pena que te preguntes por qué, pero no te recrimines demasiado por eso, que estas cosas nos sucedan y es parte de nuestra humanidad. Después de todo somos seres sociales y mamíferos, y muchas veces son nuestras mascotas quienes nos recuerdan esto”, recalca el psiquiatra.
Por último, el doctor Gotelli recomienda el acto de cuidar a alguien, a una persona, mascota y/o planta, pues puede ayudar mucho a la salud mental y al mismo tiempo recordarnos lo importante que es cuidarnos.
Trabajo en la UACh
Durante varios años, por iniciativa del Dr. Tomas Baader, junto a la Alianza Chilena Contra la Depresión, se han realizado encuestas de seguimiento en variables de salud mental en la Universidad Austral en Chile. En este seguimiento han encontrado altos indicadores de depresión, ansiedad y estrés, pero también han visto que el solo hecho de que los alumnos realicen las encuestas y reciban algunas directrices de cuidado les ha despertado la idea de generar cambios que en mediciones posteriores de seguimiento han demostrado efectos positivos. Entre estos cambios han surgido espontáneamente en los alumnos encuestados la inclusión de algún deporte, la búsqueda de ayuda, haber conversado las dificultades con amigos o iniciar actividades de autocuidado como puede ser ejercicios de relajación, yoga o mindfulness.
Cabe destacar que la UACh ha sido reconocida a nivel nacional por este tipo de iniciativas y recientemente se ha adjudicado un proyecto 270 millones de pesos, con fondos del Mineduc, para potenciar mayormente esta área, “y esperamos con esto continuar contribuyendo la salud de la comunidad universitaria”, concluye el doctor Gotelli.