Se encontraba relevando en terreno el componente de batracofauna, en el marco del Programa de Monitoreo Ambiental de Humedales Altoandinos, cuando en un bofedal ubicado en el sector altoandino de la Provincia de Parinacota, el profesional de CONAF Sebastián Vidal, identificó ejemplares de sapito de cuatro ojos. Un hallazgo importante, ya que la especie Pleurodema marmorata es considerada rara, debido al decrecimiento de las poblaciones remanentes en su distribución natural.
“Cuando encontré los ejemplares logré identificarlos de inmediato, principalmente por la coloración de los individuos, el color del iris y las glándulas lumbares características del género Pleurodema, que le entregan el nombre de sapito de cuatro ojos”, señaló Vidal, quien se tituló como Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile en 2016.
Agregó que “es un anuro de hábitos terrestres que habita cercano a cuerpos de agua. Las glándulas en su espalda le dan el nombre de sapito de cuatro ojos marmóreo, debido a que, visto de manera perpendicular al individuo, se asemeja la presencia de cuatro ojos, lo que puede ser utilizado como mecanismo de defensa frente a depredadores naturales de la especie”.
Su hábitat se puede encontrar desde el centro de Perú hasta el centro de Bolivia, el noreste de Chile y el noroeste de Argentina. “En Chile existen registros únicos y solo en localidades específicas de la Provincia de Parinacota, como Putre, Parinacota, Salar de Surire y Lago Chungará”, indicó el profesional.
De acuerdo con la ficha proporcionada por el Ministerio de Medio Ambiente, la especie tendría una superficie actual de distribución menor a 5 mil kms. cuadrados. Debido a esto es que Sebastián Vidal recalcó que “este hallazgo es trascendental para conocer la distribución actual de la especie, ya que el registro realizado de los ejemplares fue en un bofedal de la comuna de General Lagos, sector norte de la Provincia de Parinacota y aproximadamente a 180 kms. de distancia del último registro, el cual fue realizado el año pasado en el Salar de Surire por guardaparques de CONAF”.
En cuanto al sitio donde Sebastián se encontraba trabajando al momento del hallazgo, explicó que es una estancia a 4.300 metros sobre el nivel del mar, ubicada al norte de la localidad de Ancolacane, comuna de General Lagos, fuera del límite de las Áreas Silvestres Protegidas del Estado.
La estancia es propiedad de la Sra. Fortunata Valdéz, ganadera aymara y habitante del territorio altoandino. “Dentro del predio se encuentra un bofedal de más de 30 hectáreas, en donde el ganado doméstico, principalmente llamas y alpacas, pastea a diario. Además de especies de herbívoros nativos que utilizan también estos cuerpos de agua como provisión hídrica, de alimentación o refugio, tales como vicuñas (Vicugna vicugna), suris (Rhea pennata tarapacensis) y guayatas (Oressochen melanopterus), entre otros”, comentó Vidal.
Importancia de los anfibios en el ecosistema
Los anfibios a nivel mundial son considerados como “centinelas ambientales”, ya que, al ser especies con gran sensibilidad a cambios ambientales, reflejan oportunamente problemas en la salud de los ecosistemas. “Para el caso del sapito de cuatro ojos, se considera clave su presencia junto a las demás especies de anuros presentes en el área, debido principalmente a su rol de control de la eutrofización de los cuerpos de agua, en este caso bofedales, en sus estadios juveniles de desarrollo, ya que consumirían el excedente de materia orgánica vegetal presente en estos cursos de agua”, explicó.
Una vez obtenida la información del hallazgo, los siguientes pasos serán la generación de medidas de conservación efectivas in situ en la propiedad donde se prospectó, con el fin de mantener un monitoreo permanente del sitio, su estado y mantención, además del estado de las poblaciones encontradas. De esta forma, se buscará otorgar una protección adicional fuera de las Áreas Silvestres Protegidas del Estado.
Titulado de la UACh
Actualmente, Sebastián se desempeña como encargado del Área Ambiental del Proyecto de Manejo Sustentable de la Tierra, área piloto Comuna de Putre y General Lagos, financiado por el Banco Mundial, y ejecutado por CONAF Arica y Parinacota.
En la Corporación, Sebastián se ha dedicado a temas de restauración ecológica de remanentes de bosque de altura, compuesto principalmente por la especie queñua de altura (Polylepis tarapacana) y queñua de precordillera (Polylepis rugulosa); asesoramiento técnico en labores de mantención y manejo de bofedales (humedales de altura); elaboración de planes prediales; relevamiento de información de biota de bofedales en la Provincia de Parinacota, para la elaboración de un Programa de Monitoreo Ambiental de Humedales Altoandinos.
Durante su paso por la UACh, Sebastián Vidal conoció herramientas para abordar las diferentes temáticas socio-ambientales y de conservación que hoy se le presentan a diario. “Durante mi formación académica tuve la posibilidad de adquirir e indagar en diferentes áreas del quehacer conservacionista tales como restauración ecológica, ecología conductual, sistemas de muestreo y monitoreo, conocimiento de la flora y fauna chilena, sistemas de información geográfica, entre otros. En CONAF he podido entremezclar el conocimiento técnico con el relato biocultural que los diferentes propietarios aymaras comparten a diario conmigo. De esta forma se busca poder generar una conservación real de los ecosistemas presentes, vinculando a quienes habitan estos territorios”, expresó.
Este hallazgo fue destacado en Las Últimas Noticias en este enlace.