El 20 de mayo se celebró el Día Mundial de las Abejas, y en ese contexto el proyecto “Flores para las abejas Nativas de Frutillar” exhibió, a través de redes sociales institucionales, imágenes que muestran la flora disponible para estos insectos que son primordiales para la biodiversidad del planeta.
Esta iniciativa, financiada por la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile, es desarrollada por el Laboratorio de Entomología dependiente del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal (IPSV) de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias en conjunto con el Museo Colonial Alemán en Frutillar de la Dirección Museológica de esta casa de estudios, con el apoyo del Club de Jardines de esa ciudad.
Este proyecto busca difundir la gran diversidad de abejas nativas del país, junto a la importancia de conservar o establecer los recursos florísticos para su alimentación y refugio. “Por medio de infografías, cajas entomológicas y juegos, enseña de forma didáctica la importancia de poner atención a los polinizadores que habitan nuestro entorno, la responsabilidad que tenemos en protegerlos y la posibilidad de ayudar en su cuidado e investigación”, expresó Karin Vogel Nachtygal, encargada de Gestión y Planificación del Museo Colonial Alemán de Frutillar – UACh, Directora alterna del proyecto.
El Director del proyecto Dr. Esteban Basoalto, académico del IPSV, señaló que esta es una gran oportunidad para acercar al público “al complejo mundo de las abejas, donde encontramos no sólo a las abejas de miel (Apis mellifera), sino también a los Bombus o Abejorros y a una infinidad de abejas solitarias, muchas de las cuales poseen coloraciones únicas (incluyendo colores metalizados), que son de gran relevancia para el ecosistema, en especial para la polinización de especies nativas pero también para los cultivos, lo que redunda en un mayor respeto de estas valiosas especies”.
Agregó que por lo mismo “ha sido muy gratificante poner este conocimiento al alcance de las nuevas generaciones, a través de las visitas de diversos colegios de la zona; observándose gran interés por parte de los niños en estas especies y en la exhibición antes del comienzo de la pandemia. Próximamente la actividad será difundida por redes sociales, a partir de material diseñado para ello desde la información generada por el proyecto”.
Además de los ya nombrados, este proyecto cuenta con el apoyo y el trabajo de Leticia Silvestre, Miguel Neira, Karin Barrientos, que desde el Laboratorio de Entomología aportaron con contenidos e imágenes. Por otra parte Claudia Ordóñez, Paulina Jara, Mariana Vidangossy, desde el área de Colecciones de la Dirección Museológica contribuyeron en el montaje. En tanto, Gustavo Álvarez, egresado de la carrera de Artes Visuales de la UACh, hizo las ilustraciones de las plantas, y Constanza Chamorro, de Ensamble, se hizo cargo del diseño.
Sobre el “abejorro”
Una de las abejas más conocidas -exhibidas en este proyecto- es el Bombus dahlbomii Guérin-Meneville (1835). De nombre común “abejorro”, “abejorro colorado”, “moscardón”, “duillin” (mapudungún), “diwmeñ” (mapudungún), “abejorro gigante de la Patagonia”. Habita en los bosques templados y fríos del sudoeste del Cono Sur de Sudamérica, en el centro-sur y sur de Chile y en el oeste de la Patagonia argentina. De gran tamaño y notable coloración anaranjada, constituye el único abejorro nativo de Chile. Cumpliendo un importante rol en la polinización de numerosas especies de plantas nativas, como el copihue (Lapageria rosea) y el amancay (Alstroemeria aurea). En 2016 fue incluido en la Lista Roja de la UICN y declarado en peligro de extinción (categoría: Endangered A2abce).
Foto: Bombus dahlbomii en Achupalla (Eryngium paniculatum), planta de la familia de las Apiáceas, originaria de Chile.