El 10 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, oportunidad en que el Dr. Tomas Baader, psiquiatra, académico del Instituto de Neurociencias Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Director de la ONG Alianza Chilena contra la Depresión (ACHID) y coordinador del Grupo de Trabajo en Suicidología de la SONEPSYN, profundizó sobre esta problemática, destacando, en primer lugar, el esfuerzo que se hace a nivel nacional y mundial para aunar criterios, generar políticas públicas y realizar investigaciones que permitan plasmar estrategias integrales para entregar herramientas a la población.
En este sentido, explicó que, “en autopsias psicológicas, se ha visto una estrecha relación entre la conducta suicida y problemas de salud mental. Sin embargo, también puede haber personas que cometen el acto suicida desencadenado por factores relacionales o sociales”.
Mostró algunas cifras, que indican que el suicidio es la segunda causa de muerte a nivel mundial en jóvenes de entre 15 y 29 años, habiendo más de 800 mil suicidios por año, es decir, se produce una muerte cada 40 segundos. No obstante, Chile, en comparación con la tasa de suicidios de los países de la OCDE, se encuentra por debajo del promedio, con una tasa de 9,5 por cada 100 mil habitantes. Pero, dijo, “de ninguna manera esto significa que debemos relajarnos”. Y agregó que, en tratamientos de salud mental, si bien aún falta, en Chile se han incorporado diversas políticas que cambiaron completamente el panorama respecto de cómo se veía antes la salud mental.
Además, explicó que “el suicidio o la conducta suicida es multicausal, existen factores genéticos-biológicos y psicosociales, y casi siempre, el 90% con un diagnóstico psiquiátrico de base. Dentro de esta conducta está el anuncio suicida, que es nuestra puerta de entrada. Demostración verbal, escrita o gestual de un deseo de autoeliminación y es importante estar atento, escuchar esa comunicación, cuando alguien comunica hay que considerarlo de alto riesgo”.
Por lo mismo, afirmó que el 50% de quienes han cometido suicidio, lo han intentado previamente y que el intento de suicidio eleva el riesgo eventual de autoeliminación en 40 veces, siendo el período de más riesgo el semestre tras la tentativa.
Asimismo, afirmó que “es importante acoger y no temer hablar del tema; el suicidio es prevenible si acogemos y escuchamos y tenemos claro qué hacer, se puede ayudar. La crisis suicida no es permanente, es fluctuante y con ayuda se puede superar. Todos podemos ayudar y debemos tener claro un protocolo de acción con equipo tratante y familia”.