Sólo tuvo una semana tras conocer que se había adjudicado la beca que le permitiría acceder a este beneficio. En pocos días tuvo que tramitar sus papeles, despedirse de su familia y prepararse para vivir durante ese primer semestre en otro país.
Así comenzó su relato la joven Maite Abaroa de 23 años, quien señaló haber planeado realizar un intercambio con el fin de encontrar, tal vez, su camino profesional.
La estudiante de Turismo relató que fue recibida muy bien: primero por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y luego, por autoridades académicas de la Universidad de Guadalajara, quienes le informarían de todos los pormenores de su estadía en tierras mexicanas.
Maite Abaroa valoró la experiencia, pues pudo incorporarse a cursos que nunca pensó que sería posible tomar, como es el caso de antropología, el cual le pareció muy interesante y muy enriquecedor. Pero la experiencia más importante que extrajo de este intercambio, señaló la estudiante, fue la posibilidad de viajar y recorrer varios lugares del país, interactuando con su gente, conociendo su cultura y sobretodo aprovechando de conocer la forma en la cual se desarrolla la Industria Turística allá.
“Yo le aconsejaría a los estudiantes que tienen ganas de hacer un intercambio que investiguen y que no desistan en el proceso de postulación, sé que muchas veces es largo y tedioso reunir tantos papeles, pero al final vale la pena el esfuerzo. No sólo es un muy buen antecedente que servirá para el currículum, sino como una potente experiencia de vida que sin duda se traducirá en innumerables ventajas profesionales”.