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El Rector de la Universidad Austral de Chile (UACh), Dr. Óscar Galindo, reflexiona en torno a los desafíos del Sistema Único de Admisión del Consejo de Rectores desde la perspectiva regional. Entre otros aspectos, señala que es necesario diversificar las pruebas de selección para evaluar mejor a los estudiantes según su trayectoria formativa, equilibrar las ponderaciones (PSU, NEM, Ranking) y convertir en política permanente del sistema de admisión los programas de inclusión.
La Universidad Austral de Chile celebrará próximamente su Aniversario N° 63. Desde su perspectiva, ¿cuáles han sido los aportes de la UACh a Valdivia y la región?
“La Universidad Austral de Chile es un hito en la historia de la educación superior de nuestro país, pues contribuyó a modificar en parte una barrera centralista inaceptable respecto a la existencia de universidades en el sur del país. No hay que olvidar que, en el año de su fundación, y aún por varias décadas más adelante, no existía una universidad propia y con identidad territorial al sur del Bío Bío y hasta Tierra del Fuego. Esa decisión, primero de las comunidades del sur de Chile, y luego del Estado al aprobar su creación y financiamiento, permitió generar un proyecto y un modelo de gestión universitaria que le ha dado identidad, al mismo tiempo que pertinencia territorial a sus actividades. Por ello la UACh ha hecho grandes contribuciones en formación de personas en áreas necesarias, ha desarrollado investigación de excelencia y contribuido al desarrollo del país en las más diversas áreas, hasta llegar a ser una universidad de gran complejidad y completitud de áreas del conocimiento.
“Sustentabilidad, desarrollo humano, compromiso territorial, creación artística han sido sellos de esa contribución sin la cual estas regiones no serían hoy lo que son, sin el aporte de esta universidad.
En todas las regiones donde están emplazadas las universidades públicas no estatales (G-9), también existen universidades estatales. La Región de Los Ríos es la excepción, puesto que sólo está la Universidad Austral de Chile. ¿En qué medida esto incide en la relevancia del rol público que tiene la UACh?
“Creo que nunca hay que olvidar la historia: la UACh fue creada producto de un acuerdo social que suponía que la Universidad de Chile no crearía una sede en Valdivia, pero que sí contribuirá a la instalación de la Universidad Austral de Chile. En consecuencia, la UACh siempre ha entendido que su responsabilidad es de naturaleza pública y ha contribuido siempre a la instalación de políticas públicas en los más diversos ámbitos. La UACh es además heredera de proyectos públicos emblemáticos, como la Escuela Normal y la Sede de la UTE (Universidad Técnica del Estado) en Valdivia. Por lo tanto, la comunidad macrorregional ha entendido siempre que la UACh tiene una responsabilidad pública y espera propuestas y contribuciones en los más diversos ámbitos. Para ejemplificar, sin la UACh no existiría en Valdivia un Conservatorio de Música, ni una red de museos históricos y de arte, ni un parque botánico; no se entendería tampoco la preocupación por la conservación de sus recursos naturales; ni se entendería el desarrollo educacional, agropecuario, lechero, forestal o acuícola de estos territorios. Por ello la UACh es una universidad abierta a su comunidad, y sus instalaciones y parques reciben la visita de decenas de miles de personas cada año. Un ejemplo reciente de este compromiso es que la UACh está impulsando, por encargo del MINEDUC (Ministerio de Educación), la instalación del CFT (Centro de Formación Técnica) estatal en La Unión, proyecto que nos compromete profundamente”.
En el tiempo, la admisión a las universidades regionales se ha ido focalizando en estudiantes de la misma región, observándose un cambio en los perfiles de ingreso. ¿Cómo caracterizaría a dichos(as) estudiantes y qué ha significado esto para la Universidad?
“Nuestra Universidad siempre ha sido una institución con una amplia diversidad social, cultural y territorial de sus estudiantes. Ello ha significado un importante desafío, pues supone incorporar estrategias formativas que permitan alcanzar el desarrollo personal y profesional de sus egresados. Este desafío se ha acentuado en los últimos años, en la medida en que el sistema universitario se ha ido volviendo, afortunadamente, más inclusivo cada día. Nuestra Universidad tomó este rasgo del sistema educacional como una oportunidad para incorporar estudiantes talentosos que por diversas razones no podían acceder a la universidad por el Sistema Único de Admisión. Aunque siempre hemos contado con un Sistema de Ingresos Especiales (ingresos laborales, cambios de universidades, continuidad de estudios desde el nivel técnico al universitario, talentos deportivos o artísticos, estudiantes en situación de discapacidad) que ha dado excelentes resultados, la reflexión académica y algunos programas gubernamentales nos han permitido ampliar ese horizonte: hace ya varios años contamos con un programa propedéutico, nos hemos incorporado de manera decidida al Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior, PACE, (acompañando hoy más de 35 colegios en las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén), participamos en el programa Ranking 850, y ahora vamos a abrir cupos para el programa Explora. En fin, todo aquello que permita identificar talentos académicos nos parece un principio esencial para una institución universitaria y una oportunidad para ampliar el derecho de los jóvenes a la educación superior.
“Se trata de estudiantes con capacidades y plena potencialidad para cursas estudios universitarios y que, producto de las inequidades de nuestro sistema escolar, no han accedido a una educación adecuada. La experiencia hasta ahora ha sido notable. Sus resultados académicos son similares e incluso mejores que otros grupos de estudiantes que han ingresado por vía regular. Pero se requiere esfuerzo, apoyo y acompañamiento”.
Con respecto a la admisión, ¿qué relevancia tiene para Universidad Austral de Chile el Sistema Único de Admisión?
“Creo que es importante para el país que un conjunto mayoritario de universidades tengan un sistema de admisión nacional, con reglas claras y compartidas por todas las instituciones. Ello contribuye a dar claridad y trasparencia al sistema. Seguramente este sistema es objeto de críticas y permanentes demandas de mejoramiento, pero ello es precisamente porque existe la conciencia de que este sistema debe existir. El Consejo de Rectores ha logrado, en el transcurso de los años, una gran experiencia en gestionar un sistema de admisión, al que muchas universidades quieren integrarse. En el proyecto de ley de reforma de la educación superior se contempla precisamente un sistema único de admisión administrado por la futura Subsecretaría de Educación Superior, ello muestra su relevancia, y reafirma el hecho de que el CRUCh debe ser parte sustantiva y principal de ese sistema”.
A su juicio y desde la perspectiva de una universidad regional, ¿cuáles son los desafíos del Sistema Único de Admisión?
“Los desafíos en mi opinión son diversos. Avanzar en la diversificación de las pruebas de selección de modo que evalúen mejor a los estudiantes según su trayectoria formativa. Equilibrar la ponderación de las distintas dimensiones del sistema de admisión (PSU, NEM, Ranking) en todas las instituciones participantes del sistema. Convertir en política permanente del sistema de admisión los programas de inclusión como el PACE o el propedéutico. La reciente Ley de Desarrollo Docente incorpora sistemas diversos para la selección y admisión de estudiantes en carreras de Pedagogía y ello va en la dirección correcta. El Consejo de Rectores debe ser más proactivo en impulsar políticas de inclusión, en especial las universidades y carreras más selectivas, así como programas de acompañamiento para estos estudiantes en sus estudios universitarios. De esa manera nuestra contribución a la inclusión de jóvenes talentosos a las universidades será mayor y mayor nuestra contribución a la equidad y a las oportunidades basadas en mérito y esfuerzo académico”.