Estudiantes de quinto año de Ingeniería Comercial de la Universidad Austral de Chile tuvieron la oportunidad única de conocer sobre el trabajo del astrónomo Dr. Antonio Hales, uno de los tres chilenos que trabajan en el Proyecto Radioastronómico ALMA (Atacama Large Milimeter Array), quien se desempeña en el área de Operaciones Científicas de esta asociación internacional de Europa, Norteamérica y Asia del Norte en colaboración con Chile y que se ubica a 5 mil metros de altitud en el desierto de nuestro país.
El Dr. Guy Boisier, profesor de la asignatura Taller de Gestión, explicó que de acuerdo al programa del curso se muestran ejemplos de innovación: “se les enseña a los estudiantes no solamente desde el punto de vista del management qué es la innovación, sino que también se les muestra como ejemplo instituciones, organizaciones y/o empresas que hacen innovación. En ese sentido el proyecto ALMA es uno de los más innovadores que esta en Chile y de ahí el interés de invitar a Antonio que nos presentara no sólo los alcances del proyecto, sino también cuáles son los desafíos científicos de interés para toda la humanidad”.
ALMA será un telescopio de diseño revolucionario, compuesto inicialmente por 66 antenas de alta precisión, de las cuales ya hay 39 funcionando. “Tuve la oportunidad de pasar de trabajar en el equipo de instalación de las antenas como científico de puesta en marcha a ser un astrónomo de operaciones, donde las tarea principal es operar ALMA como un telescopio internacional”, explicó Antonio Hales, quien es Licenciado en Astronomía de la Universidad de Chile y Doctor en Astronomía por el University College London (Inglaterra). Además tiene un postdoctorado en el National Radio Astronomy Observatory (NRAO), entidad gubernamental estadounidense que se dedica a construir y operar radiotelescopios en el mundo.
¿Que significa ser científico, y específicamente astrónomo, en Chile?
– Es un privilegio y una oportunidad única que gracias a las características geográficas de Chile, pero también a la voluntad y buena gestión de las autoridades que permitieron que se levantara este proyecto, el hecho de que Chile sea un país que atrae a iniciativas extranjeras son hechos que respaldaron que se abran estos telescopios agrupados en ALMA. Como chilenos significa una oportunidad única de jugar un papel preponderante en la investigación astronómica a nivel mundial, nos están pasando los mejores telescopios para que podamos hacer la misma ciencia que los países que tienen todos los recursos económicos para hacerlo.
Desde tu experiencia, ¿cómo podrías graficar la oportunidad de ser parte de ALMA?
– Siempre les digo a los alumnos que es como jugar en primera liga, como que a Eliseo Salazar le hubieran pasado un Ferrari para correr. Por lo mismos tenemos la gran responsabilidad de responder a esa confianza y eso tiene que respaldarse en políticas acordes que financien el quehacer científico en nuestro país, la formación y mantención de nuevos científicos; porque nos pueden pasar los mejores telescopios pero si no tenemos la gente para operarlos no sería posible. Hay que tener la capacidad para retener a los científicos en nuestro país.
¿Y desde la mirada de la innovación en cuanto a campo laboral?
– Soy un convencido de que hay que cambiar la forma tanto de educar como del sistema laboral que luego los absorbe como profesionales, donde el conocimiento está al alcance de todos, por ello es necesario revolucionar el campo laboral con transferencia de conocimientos desde distintas áreas de formación, lo que se da mucho en países desarrollados. Pasa incluso en mi carrera, donde muchos de mis ex compañeros en Inglaterra terminaron trabajando en bancos, por su capacidad para resolver problemas de índole matemático. Por lo tanto el mensaje es que se puede si uno siente que está en lo que quiere y para lo que tiene aptitudes.