Reunir a científicos, divulgadores, educadores y expertos en ciencia y tecnología de la región. Ese es el objetivo del Congreso RedPop, la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe, que se desarrolló entre el 10 y 16 de julio en el Museo de la Vida Fiocruz, en Río de Janeiro, Brasil. Bajo el lema “Voces diversas: Diálogo entre saberes e inclusión en la popularización de la ciencia”, en esta oportunidad los participantes compartieron sus investigaciones, proyectos y experiencias, buscando mejorar la comunicación y el acceso del público a conocimientos científicos.
En este contexto, en que la Universidad Austral de Chile es nueva socia del congreso, estuvo representada por Efraín Bámaca-López, académico del Instituto de Comunicación Social; Gabriela Navarro, Directora del PAR Explora Los Lagos, y dos profesionales delproyecto AUS 2195:la gestora en divulgación Rocío Jaña y el encargado de Análisis y Seguimiento, Michel Parra, quienes participaron en una mesa redonda sobre los Centros de comunicación de las ciencias en universidades de Chile: Desafíos y oportunidades a cero, cuatro y cinco años de trayectoria, junto a representantes de la U. de Antofagasta y la U. Autónoma.
En tanto, individualmente, Rocío Jaña expuso sobre el libro de Jonatan Alzuru y Ronnie Reyes (gestor de la participación de la UACh en este evento), a cargo de la Dirección de Estudios de Postgrado y Dirección de Vinculación con el Medio, “El voluntariado universitario como herramienta de apropiación social del conocimiento”. Mientras, Michel Parra presentó sobre las investigaciones “Desafíos organizacionales en la función de comunicar ciencias en una universidad del sur de Chile” y “Universidad, vinculación y territorio: Diversidad de voces y percepciones en relación a la comunicación pública de las ciencias en el sur de Chile”.
Respecto al libro, que a partir de siete experiencias de voluntariado universitario en la UACh, refleja la relación de la universidad con su entorno (ciencia-sociedad), teniendo como principal objetivo promoverlas como mecanismos de comunicación científica, Rocío Jaña comentó que “la presentación fue muy bien recibida y generó al final una conversación sobre cómo el hecho de que existan voluntariados es un tema muy cultural, porque en Brasil, por ejemplo, no cuentan con esta práctica y desde ahí surgieron otras preguntas sobre cómo financiar, cómo se podía invitar a la gente más joven para hacerlo, y cómo funcionaba en Chile”.
“Para mí, en nombre de Jonatan y Ronnie, fue muy importante exponer sobre este tema porque aquí (en los voluntariados) realmente se permite un flujo de comunicación de ida y de vuelta, porque nacen en respuesta a necesidades de la comunidad, no es como en general la investigación científica nace de intereses de los investigadores, lo que se condice mucho con el objetivo y trabajo que hemos venido desarrollando en elproyecto AUS 2195″.Puedes leer el libroen este enlace.
En esta misma línea, y en el marco de las investigaciones presentadas por Michel Parra, se profundizó principalmente en el rol de la comunicación pública de las ciencias en universidades de investigación y mediante sus actores. “El foco estuvo puesto en la bidireccionalidad, lo que dialoga perfecto con el quehacer de nuestro proyecto. Y está presente de forma urgente en muchas iniciativas que nosotros observamos allá, en las conversaciones con la gente de la red. Existe una preocupación porque esa comunicación de la ciencia no sea unidireccional, sino que un trabajo más participativo”, comentó.
Una experiencia enriquecedora
Durante estos días, charlas, ponencias, talleres y mesas redondas abarcaron una amplia variedad de temas científicos con un enfoque sobre cómo acercar la ciencia al público en general y cómo fomentar la educación científica en las comunidades, al mismo tiempo en que se promovió la colaboración y el intercambio de ideas entre los asistentes y se reconoció el trabajo de aquellos divulgadores y científicos cuyas contribuciones han tenido impacto en la popularización de la ciencia y la tecnología en América Latina y el Caribe.
“Fue una oportunidad en que aprovechamos principalmente para conversar con otra gente de Chile, saber sobre lo que están haciendo, generar estas redes de colaboración. Hay alto interés en empezar a conversar, a compartir experiencias y finalmente poder avanzar en las prácticas de comunicación de la ciencia, sobre todo porque en Chile estamos muy atomizados con prácticas, cada uno hace lo que sabe hacer, lo que se le va ocurriendo, desde lo intuitivo”, contó Jaña sobre la experiencia.
“La diversidad de voces entendiendo a las distintas audiencias que están interrelacionadas en los procesos de comunicación pública me pareció también muy enriquecedor para una Latinoamérica que es muy diversa, donde en cada una de las instituciones como universidades, centros de investigación, museos, se hace comunicación de la ciencia muy heterogénea”, añadió Parra.
Desde Chile, 10 fueron las ponencias que abordaron los desafíos de la divulgación científica en la sociedad, infancia y mujeres: ACHIPEC, Instituto Milenio de Astrofísica MAS, Comunidad InGenio en Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, Centro Científico CEAZA, CTyS U. de Antofagasta, Centro Comunicación de la Ciencia de la U. Autónoma, Dirección de Vinculación con el Medio de la U. Católica y el Instituto Milenio de Sistemas Complejos de Ingeniería.