La dimensión científica de la agroecología busca promover distintos servicios ecosistémicos como la polinización, el control biológico de plagas, enfermedades y malezas, fertilidad del suelo, conservación biológica, estética, y bienestar humano, entre otros. Sin embargo, el conocimiento asociado para generar estos servicios no siempre existe en sistemas agrícolas, debido a diversos factores socio-ecológicos que históricamente han afectado al medio rural, así como la importante variabilidad edafo-climática que ocurre a nivel predial, local y regional.
Esto último no permite que exista una receta de manejo de cultivos que le sirva a todas y todos los agricultores y agricultoras que co-existen en un territorio, de la misma manera. Al incluir aspectos de biodiversidad en el manejo de cultivos, ideas de manejo más bien lineales, se transforman en aproximaciones que consideran la complejidad de las interacciones entre los organismos que componen esta diversidad, por lo que es más difícil aún poder tener una «receta» de manejo que sirva a todos y todas por igual.
No obstante, agricultores (as) que viven en zonas con condiciones de aislamiento, han por generaciones cultivado su propio alimento, teniendo gran diversidad de cultivos que generan una gran variedad de alimentos, sin haber tenido acceso a una gran cantidad de insumos externos. Así, agricultores de zonas aisladas podrían mantener técnicas de cultivo ancestrales, sin uso de agro-químicos y que promueven la diversidad predial.
Durante febrero de 2021, junto a la estudiante tesista de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la UACh, Nicole Gormaz, nos dirigimos al sector de La Junta, Región de Aysén, para realizar encuestas a agricultores y agricultoras hortaliceras que no utilizan agro-químicos en sus predios. Luego, se visitó en la Comuna de Coyhaique, el sector de Valle Simpson.
Una vez procesada esta información se espera conocer patrones asociados con las prácticas que estas agricultoras y agricultores desarrollan en la región como por ejemplo policultivos, rotaciones, mulch, flores, aves, entre otros. Con iniciativas de ese tipo se contribuye al estudio y diseño de agroecosistemas más sustentables que generen múltiples servicios ecosistémicos a la sociedad.