El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) inició esta semana en Viña del Mar el Curso Nivel 2 de Capacitación en Tuberculosis Bovina para Médicos Veterinarios Oficiales de las regiones de Arica y Parinacota hasta Maule, con el objetivo de reducir el impacto de esta enfermedad en animales y el eventual riesgo de contagio a seres humanos.
La Tuberculosis Bovina es una enfermedad bacteriana y zoonótica (es decir, se puede transmitir de los animales al ser humano) que no tiene cura. Afecta los sistemas respiratorios y digestivos, o bien, puede presentar un compromiso del estado general del bovino. Por ende, la enfermedad tiene un impacto directo en la eficiencia de los sistemas productivos y en la industria del sector ganadero, porque provoca importantes pérdidas en la producción de carne y de leche y, además, constituye una restricción a la exportación de los alimentos de origen animal.
En el caso de la Región de Valparaíso el principal interés está en la zona de Casablanca, donde se concentran las lecherías, al igual que en otras comunas donde se crían vacunos, ya sea para el consumo de su leche o sus carnes.
El Dr. Luis Paredes, Jefe Nacional del Programa de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina del SAG, dijo que si bien en la Región de Valparaíso la población bovina no es grande, sí se trata de un problema gravitante, ya que hay un alto porcentaje de animales infectados, de aproximadamente un 50 por ciento. “Un productor que tenga animales enfermos tiene pérdidas porque los animales tienen menos ganancia de peso si son rebaños de carne; y si son rebaños de leche, se estima que de un 10 a un 15 por ciento baja la producción del leche. Y el mayor riesgo es cuando lo lleva a matadero, es probable que pierda por completo al animal, porque se lo decomisan, entonces ahí está la pérdida mayor, expuso.
En cuando a los riesgos para la salud de las personas, dijo que Chile está entre los países que tiene un buen control de esta tuberculosis, “existe 16 casos por cada 100 mil habitantes, lo cual está dentro de los países que tiene una menor tasa de infección en la seres humanos”.
Mientras el Dr. Rafael Tamayo, jefe Nacional del Programa de Capacitación en Tuberculosis Bovina y académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, dijo que el desafío es que todos los involucrados “hablen el mismo idioma” para alcanzar la meta que es “erradicar” esta enfermedad.
Información publicada en El Mercurio de Valparaíso.
Martes 4 de septiembre de 2012.