En dependencias del CIEP se reunieron científicos con el Seremi de Economía, Fernando Guzmán; el Director de la Diplade, Mark Buscaglia; el representante de la Subsecretaría de Pesca, Manuel Martínez y operadores de pesca con mosca, para estudiar el problema y definir pasos a seguir, luego de encontrar esta alga denominada Didymosphenia sp, más conocida como “moco de roca”, un tipo de alga microscópica unicelular que habitan en ambientes acuáticos. En Chile, no se había detectado su presencia desde el año 1964. Esta microalga causa preocupación porque altera gravemente el ecosistema acuático.
Fabien Bourlón, Coordinador del Departamento de Turismo Sustentable del CIEP, cuenta que supieron de la existencia de esta alga en la región, gracias al aviso de Marcel Sijnesael, operador de Pesca con Mosca de La Junta, quien se puso en contacto con ellos con la alarmante noticia. “Creo que el sector turismo tiene que evaluar la situación y conjuntamente con los científicos y las autoridades responsables (SAG y Sernapesca) debe generarse un plan de contingencia antes del inicio de la próxima temporada, cuando se reanuden las actividades recreativas en los ríos y aumenten los riesgos de difusión de esta alga”, señaló en científico.
La Universidad Austral de Chile trabaja en conjunto con el CIEP, para potenciar investigaciones, relacionadas a la ecología, además del desarrollo y fortalecimiento de la UACH en la zona de Aysén y en el resto de la zona Austral.
Por su parte, el Director Científico del CIEP, Giovanni Daneri, señaló que “se analizaron las muestras de agua provenientes del río Espolón, Futaleufú, Chile; y los resultados confirman la presencia de abundante número de diatomeas pertenecientes al género Didymosphenia sp (moco de roca). Por otra parte, los resultados del análisis de la masa de material fresco encontrada en el área de muestreo, indican que esta densa capa de mucílagos proviene también del frustulo (dióxido de silicio hidratado) de la diatomea Didymosphenia sp.”.
Daneri, agregó también, que es “importante generar barreras sanitarias efectivas que permitan controlar el ingreso de especies y patógenos exógenos, al parecer es uno de los grandes desafíos que tendremos que enfrentar en la región de Aysén. Nuestros ecosistemas acuáticos además de contar con el virus ISA ahora se suma la presencia de la diatomea bentónica Didymos”.